martes, 17 de enero de 2012

De costas antiguas y modernas. Geología en la costa de Almería (I)

Por razones diversas hace tiempo que no escribo nada. Una de ellas es mi reciente cambio de trabajo. La otra un fallo informático que mi amigo Manolo Benet resolvió este fin de semana. Y de esta forma, una vez solucionadas las principales incidencias que me han mantenido alejado del blog, vuelvo para relataros mis últimas experiencias geológicas.

Con ocasión del fin de año nos desplazamos a pasar unos dias a Roquetas de Mar. ¿Qué se puede decir acerca de la geología de Almería que no se haya dicho ya? Soy consciente de que para la mayoría de la gente se trata de una provincia yerma y sin más atractivo que sus playas. Sin embargo, a los ojos de los amantes de la Geología, cuán diferente resulta el diagnóstico. Precisamente donde los demás ven áridos descampados, el geólogo ve afloramientos continuos de rocas (donde los invernderos o las urbanizaciones no las cubren, cosa cada vez más frecuente) que guardan la promesa de horas de contemplación y exploración. Y así fue. A pesar del escaso tiempo disponible (la logistica de los desplazamientos con familia es un factor limitante) aún tuve ocasión de investigar un poco por los alrededores.

Al igual que ocurre en la provincia de Murcia y en parte de la de Alicante, en Almería existe un amplio registro de las variaciones del nivel del mar durante el Cuaternario, que quedan en evidencia por la presencia de antiguas playas fósiles que se encuentran 'colgadas' a varios metros sobre el mar actual. Además, la dinámica de la costa en tiempos recientes da lugar a un paisaje de marismas, flechas litorales, salinas, cordones dunares, etc. que no han sufrido en la misma medida que en otros lugares la depredación humana. Otro elemento didactico de primer orden es la existencia a pocos metros de las playas fósiles de las playas actuales, de forma que es posible comprobar de primera mano el principio básico del actualismo geológico (el presente es la clave del pasado), visualizando en los materiales antiguos los mismos rasgos presentes en los sedimentos actuales.

Sin embargo, no faltan decepciones, como cuando uno se acerca a estudiar un afloramiento de paleoplayas Tirrenienses catalogado en el Patrigeo del IGME como punto de interés geológico sólo para descubrir que muy recientemente ha sido destruido para construir bloques de edificios. ¿Para cuándo una verdadera protección del Patrimonio Geológico de nuestro país? ¿Qué habría ocurrido si lo destruido hubiesen sido nidos de alguna especie de ave amenazada, o un asentamiento romano o griego? ¿Acaso hay posibilidad de recuperar el registro de la Historia de la Tierra perdido de forma tan insensata como inconsciente, a la vista de todo el mundo?


Edificios construidos sobre un afloramiento catalogado en el Patrigeo del IGME

Pero bueno, sobrepongámonos a estos tristes hechos y repasemos ya algunas de las cosas interesantes que se pueden ver por la zona. Comenzaremos por la playa de las Salinas, al Este de Roquetas. Llegué a este lugar para ver el punto catalogado en el Patrigeo, con el resultado ya relatado. En las inmediaciones puede observarse como en lo que queda de unas antiguas salinas están precipitando las sales disueltas en el agua formando una corteza superficial (de hay el nombre de la playa):
Vista general de la laguna/salina en la playa de las Salinas

Tapiz de cristales de halita en formación

Detalle de un cristal de halita.Obsérvese la forma cúbica del mismo
Otra observación interesante vino como consecuencia de pisar donde el terreno estaba saturado de agua y hundirme en él varios centímetros. Tras la capa superficial aparece un cieno pegajoso de color oscuro a causa de la no descomposición de la materia orgánica debido a la falta de oxígeno en ese entorno con escasa renovación del agua.
Al otro lado de Roquetas encontramos el paraje natural de El sabinal - Punta Entinas, que se extiende entre los términos municipales de Roquetas y El Ejido. Si bien se encuentra altamente antropizado, aún es posible tener una idea de cómo era originalmente ese paisaje (teniendo en cuenta que, en términos geológicos, ese 'originalmente' representa un tiempo muy reciente). Si comenzamos por El Sabinal podremos ver un conjunto de marismas desarrolladas detrás de un sistema de flechas litorales (ahora cubiertas por las urbanizaciones), hábitat de aves y vegetación halófila (tolerante al alto contenido a la sal de este entorno).

La formación de este paisaje fue como sigue: la dinámica de corrientes litorales deposita cordones de sedimento paralelos a la costa (las flechas) que acaban por aislar una porción de mar. Esta cuenca endorreica (sin salida al mar) se rellena posteriormente con material transportado por las ramblas desde las montañas del interior, formando este paisaje de marismas y campos dunares. Podemos ver parte de la historia reciente de la zona comparando dos fotografías aéreas. La más antigua probablemente pertenezca al conocido 'vuelo americano' de la década de los cincuenta del siglo pasado (esta imagen se exhibe en el centro de interpretación ubicado en el Castillo de Santa Ana). La segunda imagen es muy reciente:

Fotografía aérea de mediados de los años cincuenta del siglo pasado.
En la parte inferior se encuentra el sistema de flechas litorales que delimita
el paraje de El Sabinar (click para ampliar)

Imagen satélite actual de Roquetas. Los rectángulos blancos son invernaderos
(click para ampliar)

Vista hacia el mar en El Sabinar. Estas extensiones llanas sólo se inundan
 durante episodios de lluvias o temporales

Detalle del tapiz de algas que queda tras secarse
una de las lagunas efímeras

Vista hacia el Norte desde El Sabinal. Al fondo, la sierra de Gádor

Bloque con marcas y perforaciones de organismos litófagos

Fragmento de concha de molusco del género Pecten con un cirrípedo
 adherido. Estos fósiles no proceden originalmente de El Sabinal, sino que
se encuentran en montones de escombros procedentes de obras próximas
Más hacia el Oeste, cerca de Almerimar, está el otro extremo del paraje natural. Allí podemos observar varias etapas de la evolución del paisaje. En primer lugar tenemos un acantilado que representa un antiguo nivel del mar. Al pie del mismo hallamos una laguna costera separada del mar por una restinga sobre la que existe en la actualidad un cordón dunar. La génesis de estas marismas es la misma que ya se ha comentado anteriormente. El acantilado, denominado Los Alcores (que significa lugar elevado) nos muestra en sección sedimentos propios de playas y barras litorales, lo que nos da evidencias de su origen.

Croquis de la costa en Punta Entinas (click para ampliar)
Vista de Los Alcores. Al fondo a la derecha, la laguna y la restinga litoral

Detalle de la laguna y la restinga

El acantilado está coronado por un conglomerado
con clastos que, aparentemente, han sido arrasados
 por la acción del mar
En lo alto del acantilado podemos ver este afloramiento
 con estratificación cruzada de surco

Evidencias de bioturbación, concretamente sistemas de galerías horizontales
 en areniscas de grano grueso con multitud de bioclastos


Más abajo en la sucesión aparecen niveles de calcarenitas con estratificación
 paralela de bajo ángulo

Lagunas junto a la restinga litoral. Al fondo el faro de Punta Entinas
Si hubiésemos seguido recorriendo la costa hacia el Oeste hubiésemos podido visitar las albuferas de Adra, en las cuales los procesos de transformación del litoral se manifiestan muy claramente. A estos efectos no hay más que recordar que la Albufera Nueva no existía todavía en los años veinte del siglo pasado. De hecho, y por aportar una orientación temporal, las flechas litorales de Punta Entinas-El Sabinal se han desarrollado en los últimos 2.000 años, mientras que las albuferas de Adra no existían en la época romana. En aquel tiempo el río Adra desembocaba formando un estuario y la deforestación provocada por los asentamientos humanos en la zona aumentaron de tal forma el aporte de sedimentos que el régimen costero cambió desarrollándose primero un delta y posteriormente el sistema de albuferas que aún está en evolución (más información en este enlace).

Como véis, la riqueza morfológica es amplísima. Y, como aún nos queda mucho por ver, lo abordaremos en próximas entregas, visitando algunas playas antiguas del parque del Cabo de Gata e inmediaciones.


3 comentarios :

  1. Veo que aprovechasteis el tiempo... Interesante entrega :-)
    Por cierto, te echamos de menos...
    Un saludo

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  2. Genial tu reportaje!
    Estuve haciendo el mismo recorrido en junio del 2010 y me resultó una experiencia apasionante, a pesar de que mis ojos sufrieran el hecho de ver cómo el turismo, la agricultura y la especulación en general están acabando con estas páginas de la historia de la Tierra. Me quedé con las ganas de observar con mis propios ojos los afloramientos de cuaternario marino que ya están angullidos por la urbe en Roquetas...en fin...pasa igual en las Islas Canarias, es una desgracia que se permitan estos destrozos!
    En la zona de Torre Garcia también disfruté mucho, y al menos allí todo parece conservarse mejor que en la zona de Roquetas!!
    Un abrazo!

    Eric Baulenas

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    Respuestas
    1. Gracias Eric, y bienvenido a Aventuras geológicas. Pues sí, es una zona donde la geología se muestra de forma exuberante. Aunque la mayoría de la gente no entienda qué es lo que vemos en un paisaje tan árido y desprovisto de vegetación. O por qué es tan frustrante descubrir que un punto de interés geológico catalogado ha sido arrasado para construir un edificio eliminando con ello algunas de las pocas páginas que nos cuentan una parte de la historia de la Tierra.

      Un saludo

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