Este es el primero de dos artículos que tenía pendiente escribir desde hace tiempo. En ellos haré un breve repaso de la increíble geología de dos islas portuguesas: San Miguel, en las Azores, y Madeira.
Viajamos a ellas con motivo de nuestro viaje de novios, en el año 2007. El objetivo era alejarnos de los circuitos habituales de este tipo de viaje y visitar algún lugar donde pudiésemos desplazarnos a nuestro aire y, a ser posible, recorrer senderos a pie. La elección no pudo ser más acertada. ambos archipiélagos poseen un atractivo natural espectacular que se basa en una geología exuberante y en la Laurisilva, un tipo de bosque subtropical que, entre otros lugares del mundo, se encuentra en las islas de la Macaronesia (región de la que también forman parte las islas Canarias).
Madeira es un destino turístico muy conocido pero no así las islas Azores. Se trata de un archipiélago situado en mitad del Atlántico donde uno puede sentir un aislamiento impropio de un lugar a tan sólo dos horas de vuelo desde Lisboa, especialmente en abril, que es cuando nosotros las visitamos.
Las Azores son un conjunto de islas de origen volcánico situadas sobre una microplaca tectónica atrapada entre tres gigantes: la placa norteamericana, la euroasiática y la africana. Esta es la razón de la actividad volcánica que las originó, a finales del Mioceno. En particular, la isla de San Miguel nació hace en torno a 4 m.a. y es la mayor de ellas y sede del gobierno regional.
En la siguiente imagen podéis ver la peculiar situación de este archipiélago, entre la dorsal centroatlántica y la falla transcurrente Azores - Gibraltar (una falla transcurrente es aquélla limitada por dos placas con movimiento relativo tangencial. La más famosa es la de San Andrés, en la costa pacífica de Norteamérica)
Microplaca de las Azores y falla transcurrente Gibraltar - Azores. Fuente: Internet |
Nosotros tan sólo visitamos San Miguel y nos quedamos con ganas de haber podido viajar a alguna otra de las islas. Pero será en otra ocasión. Aquí os presento una imagen extraída de Google Earth:
La isla de San Miguel |
El vulcanismo de San Miguel parece haber tenido un carácter mixto, con erupciones de de tipo hawaiano, con coladas basálticas fluidas y otras de tipo estromboliano, en las cuales se han arrojado gran cantidad de piroclastos. Desde el punto de vista de la geomorfología se encuentran calderas de hundimiento (provocadas por el colapso del terreno tras vaciarse la cámara magmática bajo el volcán) y conos de cenizas de puntos efusivos menores alrededor de los grandes volcanes.
En el extremo occidental se encuentra el complejo de Sete Cidades, un estratovolcán con una caldera central ocupada por dos lagunas (que en realidad están unidas y, a pesar de ello poseen distinto color: la lagoa verde y la lagoa azul).
Vista satélite del área de Sete Cidades |
Vista del interior de la caldera de Sete Cidades |
El primer día nos cayó una tromba de agua como yo sólo recuerdo de los episodios de gota fría en el Mediterráneo. Afortunadamente luego mejoró y nos hizo un tiempo espléndido, como podréis apreciar en las diferencias de luz en las fotografías.
La lagoa de Santiago es un cráter inundado que se encuentra en una de las laderas de la caldera (ver imagen satélite)
Lagoa de Santiago |
En Sete Cidades puede encontrarse multitud de cantos de pumita flotando en las lagunas, testigos de un pasado violento. En efecto, la pumita se forma por el enfriamiento rápido de una lava muy viscosa, razón por la cual es muy porosa (el gas no tuvo tiempo de escapar) y tiene una textura vítrea (no hubo tiempo para la formación de cristales y, si los hay, son muy pequeños). Esta roca se asocia a erupciones de tipo explosivo: la lava viscosa, con gran contenido en óxido de silicio, no fluye fácilmente, forma tapones que originan un aumento de presión en el gas atrapado que acaba explotando.
Pequeño cráter correspondiente a un cono de cenizas. El volcán perfecto |
Al recorrer la costa sur en las inmediaciones de este volcán encontramos en los taludes de la carretera coladas de material piroclástico (es decir, polvo y fragmentos de escoria lanzados por el cráter durante la erupción) como por ejemplo en Vigia da Baleia:
Acantilado en Vigia da Baleia. Fijaos en las coladas de material piroclástico |
Talud de carretera |
Es incluso posible encontrar ejemplos espectaculares de bombas volcánicas. Fijaos en la forma, ahusada a causa del giro en el aire. En como deformó las capas de lapilli sobre las que cayó y en como se rompió al hacer impacto.
Espectacular ejemplo de bomba volcánica |
El lugar se conoce como vigia da Baleia porque desde aquí se avistaban las ballenas cuando su caza estaba permitida. En la zona se puede contemplar todavía las ruinas de instalaciones asociadas a este comercio.
Rampa por la que se izaban las ballenas hasta una factoría anexa, ahora abandonada |
Vista de la costa suroeste de la isla |
En la zona central hay que destacar la Lagoa do Fogo, otra caldera de hundimiento donde se produjo la última erupción registrada en la isla, en el año 1652. No en vano junto a este cráter se ha construido una central de energía geotermal. Es un sitio espectacular al que, de haber tenido tiempo, habría bajado para pasar un tiempo en su interior.
Zona central de la isla. Las flechas señalan pequeños conos de cenizas asociados a erupciones accesorias del volcán principal |
Lagoa do fogo |
Planta de energía geotermal en las laderas del cráter |
Un poco más al este y al sur encontramos la Lagoa das Furnas, junto a la población homónima. El nombre, Furnas (Hornos) se debe a que aquí existe una importante actividad hidrotermal. Hay manatiales de agua caliente, un balneario e, incluso, una especialidad culinaria propia: el cocido das Furnas. Para elaborarlo introducen la olla cerrada en un pequeño pozo cilíndrico excavado en el terreno para que el propio calor de la tierra termine el guiso. También encontramos el característico olor a podrido causado por el ácido sulfhídrico que surge del interior de la tierra.
Lagoa das Furnas |
Surgencia de agua termal |
Azufre en una solfatara |
Otra característica de la isla motivada por su abundante régimen de lluvias y abrupta orografía son los ríos (llamados ribeiras) y cascadas, algunos muy espectaculares.
Cascada (no recuerdo su nombre) |
Faial da Terra |
Y algo que me encantó, ya que me parece propio de otra época: helechos arborescentes:
Helecho arborescente en las inmediaciones de Furnas |
Por último, una imagen de Punta Delgada, la capital del archipiélago.
Vista de una calle en Punta Delgada |
Estupendo recorrido el que nos has hecho por la isla de San Miguel y muy chula la imagen de la bomba volcánica.
ResponderEliminarSaludos!
Esta ruta la recordareis simpre, muy bueno.
ResponderEliminarGracias por un post tan evocador... preciosas fotos!!
ResponderEliminarGracias por tan agradable paseo volcanico
ResponderEliminarGracias por visitar Aventuras geológicas!
EliminarMuchas gracias!
ResponderEliminarQué bonito el recorrido, no había leído este post. La imagen de la bomba volcánica es espectacular, como las de las coladas de piroclastos. Gracias por compartir tus aventuras geológicas.
ResponderEliminarOnce años hace de eso ya! Increíble el paso de tiempo. Un saludo, Nacho!
EliminarEnhorabuena por el artículo! Iré a las Azores en breve y me viene genial tu información. Por cierto, son dos los artículos que escribiste? Un saludo
ResponderEliminarPues ahora que lo veo... tenía intención de escribir otro sobre Madeira pero, efectivamente, no lo hice. Disfruta de tu viaje, que valdrá mucho la pena. Hay mucho que ver!
Eliminar