miércoles, 24 de octubre de 2012

La triste invisibilidad del patrimonio geológico. Dos ejemplos en Calpe (Parte II).


En la primera parte de este artículo presenté un ejemplo de lo que a mí me parece una triste oportunidad perdida en la difusión del patrimonio geológico representada por el yacimiento de dunas fósiles sobre las que se asienta el yacimiento romano de los Baños de la Reina, en Calpe. Si bien, lamentablemente, es sólo un ejemplo entre muchos posibles, sí que me parece especialmente grave que se produzca en un lugar visitado por gran número de personas, muchas de ellas niños. Y es aún más grave si se compara con el tratamiento dado a otras formas de patrimonio muy próximas, como el arqueológico, el botánico, el histórico...

Pero os prometí dos ejemplos y en esta segunda parte vamos a ver el otro. Se encuentra en la playa del Arenal, una de las más concurridas de Calpe por su proximidad al núcleo de población original. 

El caso es que la misma mañana que exploré el sistema de dunas fósiles decidí recorrer el paseo marítimo en dirección oeste (hacia el pueblo) con la intención de estudiar la continuidad lateral de las mismas. Sobre la marcha, sin embargo, surgió un nuevo punto de interés. A lo lejos podía ver el acantilado que cierra la playa del Arenal en su extremo más occidental. Desde la distancia, que estimé en unos 1,5 - 2 km, resulta muy llamativo por la combinación de colores que muestra: amarillo y gris. Consulté el reloj ya que mi tiempo de geología de campo estaba condicionado a regresar a tiempo para desayunar en el hotel, donde mi familia esperaba. Ciertamente no disponía de mucho tiempo pero, puesto que el acantilado me atraía como un imán, decidí apretar el paso y echar un vistazo rápido...

Vista satélite de Calpe. Los acantilados de la playa del Arenal a la izquierda (click para ampliar)
Cuando llegamos a la playa del Arenal hemos de continuar hacia adelante, siguiendo nuestro camino hacia el oeste por la manga de arena. Éste es el aspecto del  afloramiento que nos ha traído hasta aquí, y ya vemos que es muy prometedor. Llama la atención la existencia de construcciones hasta el borde mismo del acantilado y las señales que advierten del riesgo de desprendimientos.

Afloramiento en la playa del Arenal
No deja de sorprender que alguien construya su vivienda al borde mismo de un acantilado en regresión. De hecho, en varios lugares se observan vías de descenso desde lo alto hasta la playa construidas con hormigón, ladrillo y otros medios de fortuna, pero ahora derruidos por efecto de la socavación de las rocas sobre las que se apoyaban estos caminos. Al acercarnos a estudiar algo más de cerca las rocas vemos una alternancia de materiales más blandos con otros más competentes. Los primeros son arcillas mientras que los últimos parecen areniscas. Esto explica los desprendimientos, producidos por la erosión diferencial que actúa sobre las arcilla, menos competentes, descalzando los estratos más duros y provocando su caída en bloques. A escala de afloramiento llama la atención que las facies alternantes de areniscas y arcillas se estructuran en contacto discordante con otros cuerpos rocosos, en apariencia margas o margocalizas. Por debajo, y en contacto erosivo, aparecen unas margas y/o calizas amarillentas y azuladas.

Detalle de una escalera de acceso a la playa que aprovecha una falla

Detalle de otra estructura (remarcada). Aparentemente se trata de una falla que limita dos bloques basculados. En la parte superior se aprecia una transición clara hacia lo que parecen unas margas con aspecto noduloso, y más arriba, una costra caliza que corona el afloramiento
Con lo visto ya tenemos motivos sobrados para analizar en detalle estas rocas. Con una sospecha en la mente me acerqué a una escalera que, quizá por ser de más reciente construcción, todavía podía ser transitada. Probablemente ante el asombro de algunos bañistas y paseantes en aquella hora temprana trepé, martillo en mano, por la ladera. Y aquí se confirman las hipótesis iniciales ya que encontré estructuras sedimentarias muy reveladoras. En primer lugar la alternancia de arcillas y areniscas (más bien calcarenitas) margosas. Fijaos en la regularidad rítmica de esta unidad:

Alternancia rítmica de arcillas y calcarenitas margosas
Los contactos entre ambas litologías son netos, no transicionales. El estudio de las calcarenitas nos revela una laminación muy evidente con una estructura interna definida que no podemos sino asociar inmediatamente con una serie turbidítica. En particular apreciamos un nivel de basal con gradación normal (Ta), a continuación un nivel de laminación paralela (Tb) y por último un nivel con laminación convoluta (Tc). Por encima se finaliza con el nivel arcilloso que separa cada episodio (Te). Esta serie se conoce como 'de Bouma' por Arnold Bouma, geólogo norteamericano que la identificó e interpretó por primera vez. Esta secuencia no es casual sino que refleja el origen del fenómeno que lo provocó: un flujo de gravedad que transportaba material desde la plataforma continental hasta el fondo de la cuenca oceánica. Conforme el flujo pierde velocidad deposita su carga en función de su masa, radio hidráulico, etc. De esta forma aparece la serie ordenada que finaliza con la sedimentación por decantación de la fracción arcillosa, más fina, que de esta forma queda como fondo marino hasta que el siguiente episodio deposita una nueva serie. En este caso se aprecia de forma muy clara una estructura generada por el escape de del fluido intersticial atrapado bajo las capas superficiales, que posteriormente escapa deformando los materiales suprayacentes. Ved:

Secuencia de Bouma (incompleta, el término Td no aparece). Cada flecha señala uno de los términos de la secuencia. La flecha vertical de arriba a la derecha señala pistas de reptación excavadas en la interfase entre las arcillas y los niveles inferiores, más gruesos  

Estructura asociada al escape de fluidos intersticiales. El agua atrapada escapa hacia arriba deformando  las capas suprayacentes

Las estructuras de laminación convoluta se originan cuando, al perder velocidad un flujo con cierta mezcla entre materiales de tamaño arena y grano fino alcanzan cierta cohesión. A causa de su resistencia a los esfuerzos cortantes estas capas pueden ser deformadas por el arrastre de las capas superiores, aún fluidas, o por el empuje de la cola del flujo, aún en movimiento, que empuja a los materiales de la cabeza del flujo, ya detenidos.

Detalle de laminación convoluta
Por último otro detalle. En los episodios entre flujos turbidíticos la fauna bentónica excavaba en la interfase entre las arcillas y las calcarenitas subyacentes.

Detalle de bioturbación
Si acudimos a la hoja de Benidorm (nº 848, de publicación muy reciente) del mapa geológico de la serie MAGNA50 del IGME, en la que está incluida Calpe, descubrimos que no se cartografían estos materiales, si bien en la memoria se describen afloramientos en esta localidad en facies turbidíticas que encajan con lo que encontramos en la playa. La datación es difícil ya que no he podido identificar inequívocamente esta unidad con las que se describen en la memoria. De forma general podríamos situarlos entre el Oligoceno superior (hace unos 25 m.a.) y el  Mioceno inferior-medio (hace 20 - 16 m.a.). Se trata de un momento muy convulso de la historia de la región, en el contexto de la colisión entre la placa africana y la ibérica, que a la postre terminaría por levantar las cordilleras Béticas (en las que se encuentran las montañas de Alicante).

Estos flujos están asociados, en este caso, a un episodio transgresivo. Las inestabilidades provocadas por la subida del nivel relativo del mar tienen como consecuencia la generación de flujos de gravedad como estos, que transportan material desde zonas menos profundas de la plataforma continental a otras más externas de la misma. En otros casos, las capas depositadas previamente y que han alcanzado cierta cohesión se deslizan por la pendiente deformándose y plegándose de modo característico, en ocasiones fracturándose. Este fenómeno se conoce como 'slump'.

Un ejemplo todavía más visible de las fuerzas liberadas en este proceso lo constituye el propio Peñón, enorme bloque arrancado de su posición al patinar sobre una base menos competente a causa de inestabilidades gravitatorias y desplazado decenas de kilómetros hasta reposar sobre un sustrato ajeno. Este tipo de masas se conocen como 'olistostromas'.

Como veis, el lugar bien merece una visita detallada, que espero realizar en el futuro, a la primera ocasión que tenga. Resumiendo, podemos afirmar en este lugar hay mucho que aprender:
  1. Los riesgos geológicos asociados a la imprevisión humana
  2. Un fenómeno muy interesante como es la deposición de un flujo turbidítico, de gran interés didáctico
  3. Otro concepto muy interesante y espectacular: el deslizamiento de enormes cuerpos rocosos hasta acabar a gran distancia de su ubicación original, en un entorno diferente al de su deposición original
  4. La historia geológica de la región, la formación de una cordillera y los cambios que la tectónica impone sobre la corteza terrestre haciendo que el fondo de cuencas oceánicas acabe muchos metros por encima de su posición inicial, justo en la costa actual
  5. La variabilidad de conceptos comúnmente considerados como inmutables, como el nivel del mar, de forma que un acantilado formado por materiales depositados en una cuenca oceánica sean objeto del embate de la costa actual y por tanto víctimas de la erosión marina, como demuestran las señales de desprendimientos
Sin embargo, ninguno de los miles de visitantes de la playa son advertidos acerca de todas estas cosas, tan cerca de ellos y a la vez tan lejos. Tristemente, como comenzamos diciendo, no se trata de una excepción. 

Teniendo en cuenta el contexto actual de la enseñanza de la Geología es todavía más importante que todos arrimemos el hombro en la medida de lo posible para darle la vuelta a esta situación. Por suerte, medios como Internet ponen en nuestras manos herramientas muy poderosas si son empleadas adecuadamente. Espero que estos artículos aporten su pequeño grano de arena en esta tarea.

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sábado, 13 de octubre de 2012

La triste invisibilidad del patrimonio geológico. Dos ejemplos en Calpe (Parte I).

Una de las razones de ser de este blog es la divulgación de la Geología y nuestro patrimonio geológico. Independientemente de las definiciones formales que existen del concepto de patrimonio geológico, personalmente considero que cualquier afloramiento de roca nos permite conocer una parte de la historia de la Tierra. A veces a gran escala, como en el caso de las cordilleras. Otras veces con pequeños detalles, como el fugaz instante de capturado en los ripples de una corriente efímera o en unas grietas de retracción.

Este planteamiento permite hacer accesible la Geología a todos los públicos, empezando por los niños. Y no requiere de desplazamientos (piénsese, por ejemplo, en las grandes posibilidades de la geología urbana, ya exploradas en este mismo blog). Además no es incompatible con la idea tradicional de lugares altamente representativos en entornos espectaculares. Más bien al contrario: ambas son necesarias y complementarias. El hecho es que en muchas ocasiones este inmenso patrimonio se encuentra oculto ante nuestros propios ojos, invisible. Y ya sabemos que es imposible proteger lo que no se conoce. Curiosamente, esto no ocurre con otras ciencias o disciplinas mejor tratadas: arqueología, flora, fauna,...

Hoy quiero presentaros dos ejemplos de no aprovechamiento del patrimonio geológico. Tienen en común su ubicación, en Calpe (Alicante). También tienen en común su invisibilidad, a pesar de encontrarse en lugares visitados por decenas de miles de personas al año. Por último, la oportunidad perdida se hace más evidente por el contraste ofrecido con otras formas de patrimonio sí protegidas y valoradas.  

Cuando uno piensa en Calpe (en nuestro entorno geográfico próximo, al menos) lo primero que le viene a la mente es el Peñón de Ifach. Tanto si se ha estado en esta localidad costera como si no, las palabras "Calpe" y "Peñón de Ifach" están indisolublemente unidas. Para aquellos que han estado allí, la imagen de esta mole rocosa preside sus recuerdos como icono indiscutible de la población. Pero no, no vamos a hablar del Peñón de Ifach. Al menos directamente.

Este verano he pasado un fin de semana alojado en el aparthotel Europa, en Calpe. Se encuentra junto a un yacimiento arqueológico conocido como los Baños de la Reina. Básicamente el emplazamiento está integrado por dos enclaves: una villa romana (quizá no sea la denominación correcta en términos históricos, pero no soy especialista en la materia) y unas piscinas excavadas en unos bajíos costeros interpretados como jardines acuáticos o, incluso, una piscifactoría. El yacimiento está excavado en gran parte pero, con excepción de las piscinas, no es visitable. El público que visita la zona, posiblemente durante los paseos vespertinos propios de las vacaciones o al acercarse a la playa, encuentra paneles que ayudan a la interpretación de los restos, tanto en el caso de la villa como en el de las piscinas. Además, en las inmediaciones se encuentra una torre que otro panel nos permite identificar como los restos de un antiguo molino de viento (Molino del Morelló, al parecer edificado aprovechando una antigua torre vigía, que es lo que parece).

Los Baños de la Reina desde mi habitación del hotel. En segundo plano la torre del molino. Al fondo, apenas visible, la Sierra  Helada
Panel explicativo del yacimiento arqueológico (click para aumentar)
Por la mañana decidí bajar a darme un baño matinal, apenas salido el sol, en una pequeña cala que había divisado junto a los baños. Al explorar el lugar, inmediatamente me llamó la atención el aspecto de las rocas...

Esta es la pequeña cala junto a los Baños de la Reina. Las piscinas están excavadas en las rocas del centro de la imagen. A la derecha el paseo marítimo, que las separa del resto del yacimiento
Quizá ya tú también sientes curiosidad al ver estas rocas. Si es así, sigue leyendo
Puesto que nuestros ancestros romanos cortaron la roca para excavar las piscinas la estratificación cruzada es perfectamente visible. Eso es una suerte, ya que en otros puntos en los que la roca no fue trabajada la erosión marina enmascara las estructuras sedimentarias. Tras el baño, vino la obligada inspección en detalle del afloramiento. La comparación con otros afloramientos parecidos permite identificarlo rápidamente como areniscas eólicas que en un cierto momento constituyeron un campo de dunas. En la siguientes imágenes repasamos diversos detalles como la estratificación cruzada de surco, la presencia de galerías de excavación horizontales entre las láminas de los foresets, etc. Litológicamente se trata aparentemente de calcarenitas de grano fino como sugiere el abundante burbujeo al ácido clorhídrico, muy bien seleccionadas. A techo y en ciertos niveles intermedios aparecen niveles de costras calcáreas, quizá evidencias de antiguos paleosuelos (caliches o calcretas) o  niveles freáticos en distintos momentos.

Vista hacia el paseo marítimo (fijaos en el pretil). Al fondo el aparthotel Europa. Se observan diversos sets con superficies límite asociadas, probablemente, a la migración de dunas
Nueva vista en la que se aprecia perfectamente la estructura cruzada de surco
Sets de estratificación cruzada planar
Niveles de costras calcáreas horizontales (centro de la imagen). Cortan a los sets de estratificación cruzada y probablemente tengan su origen en la posición del nivel freático en un cierto instante dentro del campo de dunas
Detalle de bioturbación en forma de galerías horizontales
Caliche en el techo del afloramiento, evidentemente el nivel de suelo sobre el que se construyó el  paseo marítimo
Vista general del afloramiento mirando en dirección al núcleo originario de Calpe. En primer término una de las piscinas
Como veis, hay mucho que ver y aprender en este afloramiento, pero todavía podemos ir más lejos si analizamos el contexto geomorfológico. Al recorrer todo el paseo marítimo desde el puerto de Calpe (construido al abrigo del peñón) hasta el acantilado en la playa del Arenal, junto al núcleo urbano original de la población, nos es posible descubrir varios afloramientos aislados de nuestras areniscas eólicas en forma de escollos a poca distancia de la orilla. El paseo marítimo recubre un elemento del relieve original, la línea topográficamente más elevada entre el mar por un lado y las salinas por el otro. De hecho, el terreno desciende suavemente desde el paseo hasta la avenida de los Ejércitos Españoles, eje viario que constituye el límite entre las edificaciones en la línea de costa y las salinas.

Afloramiento aislado de nuestras areniscas en la playa del Bol
Veamos ahora una imagen satélite, lo que nos permitirá analizar el entorno desde una perspectiva general.


Vista satélite de Calpe. Click para ampliar
Esta vista nos permite deducir muchas cosas. En primer lugar vemos que el peñón se encuentra conectado a tierra firme por una franja estrecha, conocida como tómbolo. Durante buena parte de su historia reciente el peñón ha sido una isla frente a la costa. La dinámica litoral ha transportado arena que se ha depositado al abrigo de esta mole rocosa, formando dos barras que, finalmente, se unieron aislando una laguna salada/salobre tras ellas, las actuales salinas. Este proceso se ha producido de forma análoga en muchos puntos del litoral mediterráneo de la península  especialmente en el este y sureste. De ahí la abundancia de marjales, albuferas, salinas y almadrabas que pueden encontrarse a lo largo de la costa. Posteriormente los sedimentos transportados por las ramblas desde las montañas próximas junto con la acción antrópica (por ejemplo las labores de producción de sal) han colmatado la laguna, dejándola reducida a lo que vemos hoy. Sobre esas barras se desarrollaron los cordones dunares. El contexto transgresivo actual en la costa mediterránea es el responsable de que este sistema de dunas fósiles esté ahora expuesto a la erosión marina, con algunas de sus zonas exteriores sumergidas.

Salinas de Calpe, vista hacia el Este. Obsérvese la alineación de edificios sobre el cordón dunar, en la estrecha franja entre el mar y las salinas. Sin embargo, en la playa de la Fossa no he encontrado rastros de las dunas fósiles 
Es interesante observar como la historia geológica no sólo condiciona el paisaje, sino que también controla la vida de los seres humanos enormemente, generalmente sin que éste llegue a ser consciente de ello salvo en casos de catástrofes naturales, que paradójicamente se juzgan como eventos anómalos cuando, en realidad, son la norma si se emplea la escala adecuada.

El viento que construyó el sistema dunar también motivó, cientos de años después, la existencia de un molino. Los romanos eligieron para su asentamiento un lugar que reunía las siguientes características: proximidad al mar, zona elevada y seca y, por último, un terreno lo suficientemente firme (las calcarenitas) para poder edificar con seguridad (compárese con las arcillas y limos de la laguna). Actualmente excavamos más profundamente para construir, ya que los edificios de apartamentos modernos tienen garajes en el subsuelo. El nivel de cimentación se encuentra sobre los depósitos de barra infrayacentes a las dunas. Algunos de los bloques de areniscas están desperdigados a modo de 'esculturas naturales' en las zonas ajardinadas de las avenidas y el propio paseo marítimo. Algunos ejemplos:

Bloque de arenisca que muestra ripples simétricos en su cara superior
Otro ejemplo de bloque, en este caso con estratificación hummocky 
A lo largo del paseo marítimo de Calpe es posible encontrar paneles informativos sobre el molino, el yacimiento arqueológico y zonas de microrreserva de flora establecidas por la Generalitat Valenciana. Pero ni una sola palabra acerca de la geología de la zona, a pesar de estar tan a la vista. Ni una palabra sobre la historia de la isla que dejó de serlo, las antiguas dunas, el origen de las salinas...ni una palabra acerca de cómo todo ello ha condicionado la vida humana en este lugar. ¿Por qué? ¿Acaso es un relato carente de interés? Pienso en las oportunidades perdidas cada vez que un niño pasa por la zona y admira los restos romanos, pero se marcha sin tener una opción de leer la historia reciente de la Tierra escrita en las mismas rocas que ellos excavaron tan afanosamente. Tristemente, un visitante actual no tiene más opciones de comprender lo que ve que uno de aquellos constructores.

¿Cómo acabar un artículo sobre Calpe sin una imagen del Peñón? En primer término, otra piscina
Nota: Es posible (aunque no probable, ya que he recorrido el lugar en varias ocasiones) que exista información relativa a la geología de la zona desplegada por allí que se me haya pasado por alto. En ese caso, estaré encantado de modificar mi relato para darlo a conocer).

Visita otro ejemplo de patrimonio geológico desconocido en Calpe, en la playa del Arenal.

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lunes, 1 de octubre de 2012

El Cretácico superior en Cortes de Pallás. Parte IV.

Vamos a acabar con la serie de artículos sobre el Cretácico superior en Cortes de Pallás. Es recomendable que repaséis la entrega anterior, en la cual presentamos el contexto y analizamos los materiales de la Fm. Casas de Medina. Esta formación es el resultado del establecimiento de condiciones marinas abiertas en la mayor transgresión de las aguas sobre los continentes de la que se tiene registro. Y ahora, ¿qué? Pues veremos como el espacio disponible para la acumulación de sedimentos en la cuenca (conocido como acomodación) se rellena mediante el avance (progradación) de la línea de costa. Es el origen de la Fm. Ciudad Encantada. Posteriormente se producirá un descenso relativo del nivel del mar lo que dará paso al establecimiento de condiciones continentales en un periodo muy prolongado de erosión o no deposición (Fm. Margas de Alarcón).

Como es verano y enseguida hace calor, hay que madrugar un poco...

Amanece sobre Otonel

Repasemos el mapa de los afloramientos:
  
Mapa de afloramientos. A efectos de escala, la distancia de Cortes a Cofrentes es de unos 7 km en línea recta
Fuente: Google Earth
La sección más completa la encontramos en la carretera de Cortes a Otonel (señalizado con el número 1 en el mapa), si bien completaremos nuestro recorrido con detalles del resto de afloramientos. Comencemos.

La Fm. dolomías de la Ciudad Encantada se ha interpretado como materiales depositados en un medio de plataforma costera poco profunda. La transición con la formación anterior es gradual y presenta, de muro a techo, niveles de grano fino localmente tableados, niveles masivos con parches de rudistas que alternan con facies de barras submareales con estratificación cruzada, y finalmente niveles brechificados con aparición de costras ferruginosas. 

La siguiente imagen nos muestra el aspecto general de la formación en el afloramiento 3. Está tomada en el descenso de la ruta Cavanilles desde La Muela hacia Cortes, a través del paso de la Franca. El aspecto tableado de los niveles inferiores es muy evidente. También el importante resalto en el paisaje, característica morfológica propia de esta formación.

Fm. Ciudad Encantada. Observad los niveles tableados en la base del cantil en el centro izquierda (click para ampliar)
Otra característica es la formación de bloques aislados llamados tormos, como los que se pueden ver en la Ciudad Encantada de Cuenca, que da nombre a esta unidad. En Cortes no hay ningún tormo, pero sí una ventana, conocida como 'del Águila', cuyo origen está en la aparición de fracturas (diaclasas) verticales en la roca y su posterior ampliación por fenómenos de disolución.

Ventana del Águila vista desde la senda Cavanilles
Otra característica morfológica destacada es la tendencia a formar 'viseras' a causa de la diferente respuesta de los niveles menos dolomitizados (más fácilmente alterables) y los que lo están en mayor grado. La siguiente imagen corresponde al techo de la formación tal y como se ve cerca de Otonel.

Visera formada a causa de la alteración diferencial
Una vez repasados los aspectos morfológicos veamos en detalle los propios materiales. Como decíamos, el mejor lugar es la carretera de Cortes a Otonel. A apenas un par de kilómetros del caserío de Otonel los taludes de la carretera, ampliada hace unos 15 ó 20 años (por suerte para nosotros), nos muestran una buena secuencia. Desde las calizas algo margosas con laminación paralela que cabría atribuir a la Fm. Margas de Casas de Medina se pasa a una serie de calizas y dolomías algo arenosas, a veces calcareníticas con estratificación paralela grosera o incluso con aspecto masivo. Esta transición se observa tanto en el afloramiento nº 2 (Sácaras) como en el nº 1 (Otonel). En el terreno encontramos dos superficies que posiblemente representen la discontinuidad sedimentaria entre formaciones. En el primer caso a través de una superficie que interpreto como un firmground con bioturbación atribuible a la icnofacies Glossifungites (perdonad la expresión técnica) y en el segundo caso con un nivel detrítico oscuro con dos nivelillos ferruginosos y lo que parece una superficie de contacto erosiva. Esto es una afirmación realizada desde la intuición, ya que harían falta análisis mucho más detallados para corroborar la hipótesis (podría tratarse de discontinuidades menores). Pero, a simple vista, a mí me parece una idea tentadora y razonable para trabajar con ella. En cualquier caso estas superficies son evidencia de que la progresiva somerización de la cuenca estaba en marcha.

Superficie de posible tránsito entre la Fm. Margas de Casas de Medina y la Fm. Ciudad Encantada. Por debajo calizas margosas. Por encima calcarenitas. Afloramiento 1
Firmground con evidencias de erosión y relleno de las galerías de thalassinoides sp. con material del lag detrítico superior. Afloramiento 2
La joven ayudante de campo Inés nos muestra una vista general de los niveles de calizas arenosas. Afloramiento 2
Todo ello evidencia un cambio en las condiciones de la cuenca. Un incremento de energía responsable de las superficies erosivas y del depósito de materiales de mayor granulometría procedente de los sedimentos  que se acumulan en la plataforma y, como consecuencia, un avance de la línea de costa. Sobre los niveles de calizas arenosas aparece un paquete muy dolomitizado, de grano muy fino, con fantasmas de rudistas, aspecto oqueroso y con fuerte karstificación. La recristalización ha borrado prácticamente todos los detalles.

Transición entre los niveles arenosos y los niveles dolomíticos con fantasmas de rudistas. Afloramiento  1
Fantasmas de rudistas cónicos, evidenciados por los huecos verticales. Fijaos en la karstificación y las arcillas rojizas procedentes de la descalcificación.  Afloramiento 1
En algunos casos se aprecian huecos en los que se han desarrollado espeleotemas. Fijaos:

Espeleotema. Afloramiento 1.
Estos son los parches de rudistas que se desarrollaron en las zonas más tranquilas y profundas de la plataforma. Entre los rudistas aparecen intercalaciones brechoides.

Otro detalle de los fantasmas de rudistas. Afloramiento 1
Brechas entre los rudistas. Afloramiento 1.
Por encima de este nivel aparece un potente paquete brechoide que, en ocasiones, parece mostrar estratificación cruzada muy basta. Estos materiales culminan la serie de la formación tanto en Sácaras como en Otonel.

Brechas con estratificación cruzada. Afloramiento 1.
El origen de estas brechas se ha atribuido a fenómenos de disolución de depósitos evaporíticos.

Si ahora nos trasladamos hasta el afloramiento 4, junto al embarcadero del embalse de Cortes de Pallás, tendremos ocasión de estudiar la otra cara de la Fm. Ciudad Encantada: las barras submareales propias de ambientes más someros y de mayor energía. Ello es posible porque los depósitos calcareníticos originales no han sufrido una dolomitización tan intensa como en otros lugares por lo que se han conservado los detalles de la textura original del sedimento. Aunque bueno, la verdad es que para poder verlo hay que escalar un poco. 

Vista del afloramiento 4, junto al embalse. Se trata del bloque en el centro de la imagen, tras la pinada.  Una falla  directa provoca que esta escama se encuentre a una cota inferior a materiales más jóvenes
Vista del afloramiento. Se aprecia muy bien la laminación. La cuerda tiene un diámetro aproximado de 1 cm
Detalle de la estratificación cruzada de surco de una barra con ripples de oscilación a techo. No hay escala porque la situación lo impedía (hay que escalar para verlo)
Estas barras avanzaron sobre los parches de rudistas existentes en la plataforma, configurando secuencias de somerización. Al pie del afloramiento, en un bloque de calcarenitas poco dolomitizadas podemos encontrar detalles de estos rudistas en los que, a diferencia de los anteriores, distinguimos la estructuras de celdillas típica de las conchas de estos animales.

Detalle de rudista cónico en el afloramiento 4, el embalse
La verdad es que resulta curioso pensar que uno está escalando sobre una barra arenosa depositada en la costa de un mar de hace 90 millones de años, pero lo realmente asombroso es que podamos identificarla como tal.

Escalando una barra arenosa de un mar de hace 90 millones de años
Creo que con esto hemos hecho un repaso bastante completo de los ambientes de depósito y la evolución de la cuenca durante este momento de la historia de la Tierra. Recordad que nos encontramos en el Turoniense, hace, aproximadamente, 91 millones de años. Hemos recorrido un gran trecho desde el inicio de nuestro viaje cretácico. Pero si queremos saber como continúa el relato hemos de seguir  leyendo.

Como ya comentamos en la introducción de este artículo, el ciclo de relleno de la cuenca continúa con una bajada brusca del nivel relativo del mar. Se instalan condiciones continentales y de transición, en algunos casos de llanuras mareales, y los materiales depositados se ven expuestos a la erosión de forma generalizada. Se trata de la Fm. Margas de Alarcón. Entre la no deposición y la erosión, los escasos metros de potencia de la formación representan un intervalo temporal amplísimo, desde el Turoniense superior hasta mediados del Santoniense. En total, hasta hace unos 84 m.a.

La escasa potencia y lo poco competente de esta formación hace que su expresión morfológica sea muy limitada. Por suerte, en el afloramiento 1 tenemos muy bien expuesta la secuencia Fm. Ciudad Encantada, Fm. Margas de Alarcón y Fm. Calizas y brechas de la Sierra de Utiel. Podréis comprobar que esta zona también fue afectada por el terrible incendio del pasado verano.

Vista de la secuencia completa: por debajo de la carretera el fuerte escarpe de la Fm. Ciudad Encantada. La carretera aprovecha los materiales blandos de la Fm. Margas de Alarcón. Por encima los primeros metros de la Fm. calizas y brechas de Utiel. Afloramiento 1
La formación margas de Alarcón se caracteriza por presentar frecuentes niveles de paleosuelos y costras ferruginosas correspondientes a términos inter y supramareales. Otra de sus características su aspecto noduloso y su coloración amarillenta, verdosa e incluso violácea. En la carretera de Otonel encontramos también algunas intercalaciones de calizas micríticas laminadas. Veamos algunas imágenes.

Aspecto general de la Fm. Margas de Alarcón en el talud de la carretera de Otonel
Nivel de un probable paleosuelo. Afloramiento 1
Laminación en los niveles micríticos, posiblemente correspondientes a depósitos de llanura de marea. Afloramiento 1
Como veis, el ciclo regresivo llega a su fin. Desde las facies de plataforma externa de la Fm. Calizas y Margas de Casas de Medina hasta los términos supramareales de la Fm. Margas de Alarcón. Por encima de estos últimos vemos unos antiguos conocidos: las calizas y brechas de la Sierra de Utiel, que ya visitamos en la serie vestigios de un mar en retirada (I, II y III) y que representan un nuevo pulso transgresivo del mar sobre el continente. Son fácilmente reconocibles por la abundancia en ciertos niveles de Lacazinas (lamentablemente, la única foto que tomé de estos foraminíferos está borrosa).

Sobre los materiales de la Fm. Alarcón aparecen las calizas de la Fm. Sierra de  Utiel
Para terminar la historia del Cretácico superior hemos de dar un paso más adelante, para analizar qué tenemos por encima de la Fm. Sierra de Utiel, en el Cretácico terminal.


Reconocimientos: Las fotografías del afloramiento 4, embalse de Cortes, están tomadas por Álex  Rodríguez, compañero de escalada y aficionado a la fotografía.


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