Cuando uno viaja desde Valencia hacia Albacete por la autovía A-31 se encuentra, entre las localidades de Bonete y Villar de Chinchilla, con la solitaria figura del Mompichel, cerro testigo arquetípico que, además, constituye la mayor elevación de la ruta (1.111 m.s.n.m). En realidad se trata de un conjunto de materiales cretácicos que constituyen tres cerros. En la cartografía se denomina Mompichel a los dos más orientales mientras que el más occidental, separado de los otros dos por la carretera que une Higueruela y Corral Rubio no tiene nombre (al menos, yo no le encontrado). Sin embargo, y por comodidad, los llamaremos cerro Este y cerro Oeste.
Para que entendáis lo llamativo de este cerro aquí tenéis el Mompichel tal y como se ve al aproximarse a él desde el Norte siguiendo la carretera que une Higueruela y Corral Rubio.
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El Mompichel se yergue sobre la llanura manchega. El cerro que lleva el nombre de Mompichel es el del centro |
Puedo afirmar sin exagerar que he visto el Mompichel cientos de veces, siempre de paso. Con el tiempo he sentido crecer en mi interior la atracción de esta colina y, finalmente, esta Navidad decidí poner fin a la espera. El día 24 de diciembre me levanté pronto y desafiando el frío invierno de Albacete me dirigí hacia allí. Estaba amaneciendo cuando llegué al pie de la falda de la montaña, que constituía una bonita vista recortada contra el horizonte.
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Amanece sobre el Mompichel |
Ahora que hemos hecho las presentaciones conozcamos algo más del lugar que vamos a visitar. Como ya se ha dicho, los materiales aflorantes pertenecen al Cretácico, concretamente al Cretácico inferior. Tienen edad Albiense, lo que nos traslada a un momento de la historia de la Tierra hace 112 millones de años. Iberia es una isla rodeada de océanos y nosotros nos encontramos muy cerca de la costa del Mar de Thetys. Lo que nosotros vamos a ver es el resultado del final de un periodo regresivo, es decir, de retroceso del mar. A lo largo de nuestro ascenso encontraremos evidencias del avance del mar, "congelado" en las rocas.
Es importante destacar que la Formación Sácaras, unidad heterolítica que refleja una serie de ambientes litorales con mayor o menor grado de 'marinidad' tiene una sección de referencia establecida aquí, en la ladera oriental del Mompichel, siendo su característica principal la de mostrar un mayor contenido en terrígenos que el estratotipo. En nuestro recorrido por el
Cretácico de Cortes de Pallás ya nos hemos encontrado con estos materiales aunque con una expresión un poco distinta, como veremos. Lo mismo cabe decir de los materiales carbonatados más duros que coronan los cerros.
Para terminar este repaso al contexto geológico, echemos un vistazo al siguiente extracto de la hoja 792 correspondiente a Alpera del mapa geológico nacional (MAGNA) a escala 1:50.000.
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Geología del Mompichel. En color verde liso los materiales terrígenos de la Fm. Sácaras que constituyen la falda de los cerros. En verde claro la Fm. Dolomítica que forma las cumbres. Entre ambas una barra calcárea. Fuente: SIGECO - IGME |
Comencemos, sin más, nuestro recorrido. Nos aproximamos al cerro Oeste desde el noroeste. Nuestro itinerario no permite ver los materiales aptienses, infrayacentes al Albiense. La ladera está formada por arenas arcillosas de tamaño grueso, con un alto contenido en cuarzo.
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Arena gruesa de cuarzo |
El terreno es muy arenoso y blando. Por momentos es difícil caminar. El contenido en arcilla del mismo contribuye a mantenerlo húmedo y en ocasiones hay que esquivar algún que otro charco. Entonces llegamos a lo que parece ser una antigua cantera ya abandonada, de la que muy posiblemente se extraían áridos. El antiguo frente de excavación muestra un aspecto muy similar a la facies Utrillas: arenas arcillosas en tonos blanquecinos, violáceos, rosados, etc. con multitud de estructuras tractivas como estratificación cruzada planar y de surco. Se distinguen también secciones de canales, en algún caso amalgamados, que resaltan por su granulometría más gruesa que corta niveles más finos. En estos últimos, limo-arcillosos, es frecuente encontrar niveles carbonosos y restos vegetales carbonizados: en definitiva, todo parece indicar que nos encontramos ante un ambiente fluvial en el cual los cauces se desplazaban sobre una llanura de inundación con zonas encharcadas o pantanosas ocasionales, quizá asociadas a periodos de inundación o a una marisma costera (no hay que descartar una cierta influencia mareal..., aunque el contenido en fósiles es inexistente más allá de los restos vegetales). Todo ello concuerda con la descripción de la unidad
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Frente de la cantera asimilable a la facies Utrillas |
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Restos vegetales carbonizados |
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Vista de un canal. Hacia la derecha, bajo el árbol, puede verse el contacto con otro canal |
Encontramos un montón de buenos detalles, especialmente en la base del canal. Aquí hay multitud de troncos silicificados acumulados en el contacto con las facies finas de la llanura de inundación. Hay una alternancia de niveles arenosos masivos o con estratificación cruzada y niveles arcillosos.
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Estratificación cruzada que erosiona un nivel arcilloso en la base. La corriente arrancó varios fragmentos de arcilla parcialmente litificada y los transportó como carga de fondo (cantos blandos de color claro). Observad del claro contraste en litología y color entre la base arcillosa rica en materia orgánica (color oscuro) y las arenas depositadas por la corriente |
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Detalle de un nivel carbonoso |
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Detalle de un tronco silicificado |
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Alternancia de niveles arcillosos y arenosos. Altura de la vista: ~2,5 m |
A techo aparece una barra marina de naturaleza calcarenítica (ver mapa geológico). Es el resultado de una transgresión marina sobre el sistema fluvial, lo que nos recuerda lo próximo de la costa. Tras este episodio transgresivo las condiciones continentales vuelven a establecerse.
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Muro de la barra calcarenítica intercalada en las facies Utrillas |
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Otra vista de la barra, que alcanza una potencia de algunos metros |
En algún punto incluso aparecen estructuras que podrían interpretarse como de origen eólico (dunas): la arena tiene un tamaño menor, mejor seleccionado y el ángulo de la estratificación cruzada es mayor. Además, en este punto encontré un guijarro cuarcítico con caras planas muy definidas que podría ser un ventifacto, otro típico producto de estos ambientes. Es difícil asegurarlo, pero creo que es una especulación fundada que requiere una investigación mayor.
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¿Ventifacto? |
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Estratificación cruzada ¿eólica? |
El contraste con el nivel inferior (arenas más gruesas, guijarros, ángulo de estratificación menor) es evidente. Fijaos:
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Estratificación cruzada en arenas gruesas con niveles de guijarros. Compárese con la imagen anterior |
Una vez rebasada la barra marina se restablecen las condiciones continentales, aunque en la ladera del cerro oeste es difícil de apreciar, ya que los materiales en facies Utrillas están cubiertos de derrubios y bloques procedentes de los niveles carbonatados que forman su cumbre. Un lugar mejor para estudiarlos es el cerro oriental, como veremos más adelante.
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Niveles carbonatados en la cima del cerro y bloques caídos en la ladera |
Los materiales duros de la cumbre protegen de la erosión a los más deleznables de la base, lo que permite que el cerro se mantenga como testigo del nivel original de la cuenca antes de que la red fluvial se encaje y desmantele el relieve. Sin embargo, por más duros que sean no pueden resistir la acción de socavamiento permanente de la base. Esto provoca el descalce de los niveles competentes y su fracturación y caída. De esta forma el cerro desaparece a más velocidad de la que cabría esperar si simplemente actuase un proceso de desgaste de arriba hacia abajo.
Sin embargo en la ladera encontramos algunas cosas interesantes. Para empezar, multitud de nódulos ferruginosos. También un fragmento de pedernal que no me extrañaría que tuviese un origen antrópico, ya que sólo encontré uno (no había nódulos de sílex en ningún otro lugar) y es conocida la existencia de yacimientos arqueológicos en el Mompichel. Por tanto, quizá este fragmento de pedernal prestó servicio a algún antepasado nuestro hace mucho tiempo.
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Una pequeña colección de nódulos ferruginosos |
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Lasca de sílex |
Por fin alcanzamos la cima. Se trata de depósitos calco-dolomíticos pasadas arenosas depositados durante la transgresión marina que avanzó sobre Iberia durante el Cenomaniense. En Cortes de Pallás ya encontramos
el registro de esta misma transgresión, aunque en aquel lugar los depósitos marinos tienen una mejor expresión por hallarse más lejos de la costa. Asistimos, por tanto, al paso de las marismas costeras a un medio netamente marino, aunque de poca profundidad. En realidad la transición se aprecia mejor (como veremos) en el cerro oriental ya la ladera no está cubierta de bloques. Por contra los materiales carbonatados se ven mejor aquí ya que están fracturados y muestran un corte fresco. Es muy llamativo un tipo de erosión alveolar de origen eólico conocido como taffoni y que, en este caso, parece tener como causa la resistencia diferencial de la roca a causa de la textura bioturbada original.
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Vista en corte fresco de los materiales de la cumbre |
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Galerías excavadas pertenecientes al icnogénero Thalassinoides isp. |
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Taffoni |
Para acabar con la primera parte de este relato vamos a disfrutar de algunas de las vistas desde la cumbre. En primer lugar el Mompichel con sus 1.111 m.s.n.m. No está mal para haberse formado a nivel del mar hace más de 100 millones de años, ¿verdad?
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El Mompichel. Fijaos en la cantera al pie de la ladera meridional (derecha de la imagen) |
Y a continuación un par de vistas de la llanura manchega:
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Vista hacia el Este. En el centro derecha de la imagen la laguna del Salobrarejo |
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Vista hacia el Oeste. Al fondo los relieves de la sierra de Chinchilla |
En la próxima entrega ascenderemos al cerro Este del macizo para completar nuestra visita al Cretácico inferior del Mompichel.
Hola.
ResponderEliminarMe parece muy interesante tu blog, aprendo mucho con tus aventuras y es algo que agradezco. Soy una estudiante de primer año de Geología y siento más curiosidad todavía.
Perdona mi ignorancia pero, ¿los tafinis no podrían confundirse con la presencia de nidos de abejas? Digo por la presencia angular que se muestra en la imagen.
Espero que me respondas.
Gracias.
Saludos
Entiendo que te refieres a las galerías que excavan ciertas avispas en tierra para poner los huevos. Creo que es difícil confundirlos: estas galerías están excavadas en paredes cortadas en materiales blandos, suelen tener sección cilíndrica, con un diámetro inferior al centímetro. Te envío una foto de este mismo afloramiento a tu correo para que puedas comparar.
EliminarConozco el sitio es un buen afloramiento de las Arenas de Chinchilla y un ejemplo perfecto de la Facies Utrillas. Excelente exposición del afloramiento.
ResponderEliminarGracias José María. La verdad es que el sitio está muy bien. Lástima no haber tenido más tiempo...
EliminarHola estuve visitando tu sitio y esta genial, me encantaria realizar un intercambio de enlaces hacia mi sitio web de mineria, noticias y educacion. Si estas de acuerdo no dudes en contactarme a: enlacemineria@gmail.com
ResponderEliminarSaludos Cordiales!
Molt interessant.M'identifico amb el teu sentiment de veure passar coses per la carretera i no poder-les tocar.
ResponderEliminarHola Isaac!! Pues sí, es terrible...
EliminarOscar: En los alrededores de Oviedo hay unas canteras en una facies muy parecida, de la misma edad y la misma litologia. El yacimiento es famoso por la cantidad de dientes de tiburón que aparecen, ¿en este de Chinchilla has visto alguno?
ResponderEliminarPues no José María. En el estratotipo de la formación Sácaras sí que encontré una relativamente abundante fauna de equínidos, terebrátulas y bivalvos, principalmente Neithea sp. y ostreidos como Exogyra sp. Pero no es el caso aquí. El único fósil que encontré fue un molde interno de exogyra mal conservado. Como comenté en el artículo, la impresión es que en el Mompichel esta formación se presenta en una facies más continental que en Cortes.
EliminarHola.
ResponderEliminarAcabo de encontrarme con tu blog, y decirte que soy de la zona y conozco perfectamente este cerro testigo, tu exposición me a parecido una maravilla y te doy mi enhorabuena. Por cierto los cerros se llaman, siguiendo el orden de menor a mayor altura, Monje, Morra, y MontPichel( formado por los dos cerros más altos).
Y si me das tu permiso, me gustaria ocmpartir tu blog, para darlo a conocer, ya que soy miembro de la Asociacion Paleontologica Nautilus, y creo que puede ser de gran interes.
Un saludo.
Hola Manuel,
EliminarEn primer lugar gracias por tus amables comentarios. Naturalmente puedes compartirlo si te parece interesante. Por otra parte, es curioso que en ningún sitio encontré el nombre de todos los cerros, y eso que consulté distintas fuentes cartográficas.
Un saludo.
Hola Óscar.
ResponderEliminarHe disfrutado mucho con tu comentario geológico, y eso que soy "de Letras". De todos modos, en la carrera universitaria (Geografía e Historia de la Autónoma de Madrid) tuvimos una Geografía Física con cuya ayuda he podido seguir un poco tu visita.
Estuve hace años (en concreto en 1987) en la zona, como arqueólogo, excavando en Los Villares de Hoya Gonzalo, un yacimiento ibérico relativamente cercano al Mompichel. Una necrópolis. Tengo un recuerdo tan grato de esa experiencia, que no os hacéis idea.
Bueno, un par de comentarios:
-En cierto momento de nuestra excavación, al director de la misma le pareció que tal vez el Mompichel pudo haber sido un monte sagrado para las poblaciones ibéricas de la zona, tanto por su peculiar fisonomía como por su relativo aislamiento.
-En cuanto al nombre del monte, Mompichel, quizá estemos ante un topónimo de origen mozárabe. La terminación "-chel", "-chuelo" es característica de esta lengua románica. ¿Tal vez significaría algo así como "el monte del piquillo"?, en referencia a su escasa altura.
En fin, no es un comentario geológico éste, pero tal vez a quien vaya a visitarlo le pueda resultar de interés.
Un cordial saludo, y gracias otra vez por esta magnífica visita virtual al Mompichel que nos has brindado.
Miguel.
Hola Miguel,
ResponderEliminarEs curioso, pero ya se puso en contacto un compañero tuyo que también trabajó en alguna campaña arqueológica en la zona. Quizá le conocieses. Se llama Javier Molina.
Por otra parte, sagrado no lo sé, pero no me extrañaría. Desde luego atrae como un imán.
Un saludo y gracias por los comentarios
vaya! mis abuelos eran de Corral Rubio, y siempre paso cerca del cerro en cada visita que hago, pero después de leer este post, de esta navidad no pasa la visita!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho ;)
Me alegra que te haya gustado.
EliminarUn saludo y gracias por visitar Aventuras geológicas
Pues yo también soy de la zona. Lo que más me gusta en la hora del ocaso, especialmente en verano, es subir a la cima, sentarme y contemplar las vistas. Solo se escucha el murmullo del tráfico de la carretera a lo lejos y es espectacular la paleta de colores que se nos ofrece. Desde el amarillo más brillante al ocre más intenso. Totalmente recomendable si estáis cerca y queréis experimentar la auténtica paz interior.
EliminarHola Josema,
EliminarMe encanta esa sensación. Yo también procuro hacer una pausa cuando me encuentro en lugares así.
Un saludo y gracias por visitar Aventuras geológicas.