domingo, 28 de abril de 2013

Geología en la Sierra Calderona. El tránsito Pérmico-Triásico en el sendero PR CV-8

Hay lugares en los que la Geología sale a nuestro encuentro de forma exuberante. Tal es el caso de la Sierra Calderona entre las localidades de Marines y Olocau. He estado recorriendo la zona este invierno, solo y en compañía. El punto de partida fue la búsqueda del afloramiento paleozoico existente en la zona, del que ya dimos cuenta en un artículo anterior (El afloramiento paleozoico de Marines). Pero éste es uno de esos sitios donde uno nunca queda satisfecho. Cada vuelta del camino nos ofrece un nuevo detalle y nosotros nos limitamos a perseguirlos, encadenando un rincón tras otro, sin llegar nunca al final. Resulta que aquí las rocas  nos ofrecen la oportunidad de contemplar con gran detalle una sucesión de paisajes y acontecimientos ocurridos al comienzo de la era Mesozoica, entre 250 y 230 millones de años atrás. El caso es que tengo tal cantidad de material que me cuesta organizarlo de forma coherente para narrar la historia. Se me ocurren dos criterios. Por una parte es posible describir itinerarios por la zona, dejando libre el grado de libertad temporal, pero ello podría hacer que el relato sufriese de cierto grado de reiteración ya que en muchos de los lugares visitados atravesamos las mismas formaciones. Por otra parte, seguir el hilo temporal saltando de una ubicación a otra para mostrar el mejor afloramiento o fotografía elimina la coherencia interna que ofrece la continuidad física de un recorrido determinado.

Tras darle muchas vueltas me he decidido por una alternativa intermedia. Revisaremos una serie de recorridos ordenados temporalmente de más antiguo a más reciente, de modo que en varios capítulos repasaremos el periodo Triásico tal y como es posible verlo en este rincón de la geografía valenciana. 

En esta ocasión seguiremos un itinerario circular empleando como base el sendero de pequeño recorrido PR-CV8 en las inmediaciones de Marines (viejo). Nuestro punto de partida temporal se sitúa en el final del paleozoico, concretamente en el Pérmico.  Como los primates somos animales visuales, es mejor recurrir a un par de imágenes para fijar estas coordenadas. En primer lugar, el tiempo:

Extracto de la columna cronoestratigráfica del Pérmico y el Triásico. Las cifras de la derecha son la edad en millones de años. Fuente:  www.stratigraphy.com
Y en segundo lugar, el espacio. Los puntos siguen el itinerario planteado, que parte desde Marines y sigue la carretera CV-25 (en dirección a Gátova) hasta una pista forestal que sale hacia la derecha, antes de cruzar un puente a aproximadamente 1 km de la población. Posteriormente seguiremos por la pista hasta el cruce con el CV-8, que viene desde Olocau. Desde este punto seguiremos el sendero hasta retornar a Marines:


Ruta circular en torno a Marines viejo. El Norte está arriba. Imagen satélite: Google Earth
Y sin más dilación comencemos nuestro recorrido y veamos qué tienen que contarnos las rocas. Ya desde antes de llegar a Olocau la CV-25 nos ofrece unas vistas excelentes del Triásico inferior y medio. Basta fijarse un poco para percibir el contraste entre las areniscas y limos rojizos de Bundsanstein y las dolomías anaranjadas del Muschelkalk. De hecho, si hubiese que elegir un color descriptivo de la sierra Calderona, éste sería el rojo, sin ninguna duda. Nada más llegar a Marines viejo podemos disfrutar de este talud:

Contacto neto entre limos y areniscas de la  Fm. Alcotas a la entrada de Marines
En este caso vemos la Fm. Limos y Areniscas de Alcotas, en primer término, y la Fm. Areniscas del Cañizar (al fondo y arriba). La Fm. Alcotas es de edad pérmica y los materiales que la componen se depositaron hace más de 250 m.a. Consta básicamente de limos con intercalaciones de areniscas rojizas, cuarzosas, con feldespatos y micas. Este último detalle es importante, ya que junto con la bioturbación permite distinguir en campo (al menos en esta zona) estas areniscas de las de la Fm. Cañizar, que ya es de edad triásica.

De acuerdo con la interpretación aceptada la Fm. Alcotas, que estamos observando, se corresponde con los materiales depositados en medios de transición entre llanuras de inundación surcadas por corrientes fluviales. Los limos corresponden a momentos menos energéticos, mientras que la mayor energía corresponde al depósito de las arenas ahora convertidas en areniscas.  Por contra, la Fm. Cañizar, situada sobre la Fm. Alcotas, corresponde a depósitos fluviales de tipo entrelazado, lo que muestra un cambio súbito a medios de mayor energía y menor acomodación. Salgamos de Marines hacia el norte por la CV-25.

Talud a la salida de Marines. Observamos bancos de arenisca intercalados en los limos de la Fm. Alcotas
Los niveles limosos no tienen muchas estructuras. En cambio, las areniscas presentan multitud de estructuras de corriente: estratificación cruzada de gran escala y ripples.

Laminación cruzada en las areniscas de la Fm. Alcotas
Al llegar a la pista comenzamos a bordear 'La Peña' en dirección este. Arriba y a la derecha se encuentra el afloramiento paleozoico ya mencionado anteriormente. Es importante destacar que junto a la pista vemos materiales pérmicos, más jóvenes que los materiales carboníferos que afloran en la ladera. Esta inversión en el orden 'normal' se debe a la misma falla que abre la ventana que nos permite ver aquel pasado tan remoto. Los limos y areniscas de la Fm. Alcotas se encuentran aquí descolgados varias decenas de metros, hasta la cota del camino.

Vista de la Fm. Alcotas al inicio de la pista
He preparado uno de mis croquis (hago lo que puedo) que ayudará a entender la situación. Como veis hay una repetición de materiales a lo largo de la ladera a causa del desplazamiento en la vertical provocado por la falla directa.

Sección aproximada en dirección N-S. Como se ve, a lo largo de la pista encontramos los mismos materiales que hallaremos más tarde a una cota superior. Otro efecto es los materiales pérmicos, más jóvenes, están por debajo de otros más antiguos. Dibujo de I. Meléndez.

Eventualmente empezamos a encontrar bloques de esquistos y cuarcitas caídos del afloramiento mencionado, situado a una cota mayor. Y entonces nos encontramos con viejos conocidos: los Conglomerados de Boniches. Recordemos que esta formación es el testimonio de la erosión de la cordillera levantada tras la colisión que en el Carbonífero dio origen a Pangea. Y estos conglomerados exhiben las estrías originadas por el desplazamiento del bloque inferior de la falla:

Conglomerados de Boniches
Estrías de falla en un bloque de la Fm. Boniches
Y un poco más adelante volvemos a encontrar la Fm. Alcotas, una vez dejada atrás la cicatriz de la falla. En la parte superior del talud es posible ver la laminación cruzada que evidencia el origen fluvial de estos materiales.

Estratificación cruzada en la Fm. Alcotas
Tras caminar un ratito más por la pista encontramos la entrada del sendero. A partir de este punto encontramos, en ocasiones, capas de arenisca que asoman entre la vegetación y bloques desprendidos de la ladera. Pertenecen a la Fm. Cañizar. Más adelante encontraremos un punto en el que la transición está muy bien expuesta. Esta areniscas exhiben todo tipo de estructuras tractivas: estratificación cruzada planar y de surco, laminación de ripples, barras, superficies de reactivación... todo ello es evidencia de las corrientes fluviales en las cuales se depositaron las arenas.

La joven ayudante de campo Inés nos señala el camino

Bloque con estratificación cruzada de surco. Fm. Cañizar
Conforme ascendemos es evidente que el camino aprovecha los materiales limosos, más blandos, en su trazado. Caminando entre el rojo omnipresente llegamos a un punto conocido: estamos sobre el afloramiento  paleozoico. A nuestra derecha podemos observar la transición continua entre los Conglomerados de Boniches y la Fm. Alcotas, con una secuencia granodecreciente que expone el descenso de energía en el medio:

Transición continua granodecreciente entre la Fm. Boniches (abajo) y la Fm. Alcotas (arriba). Los conglomerados exhiben estratificación paralela y cruzada planar
Ahora nos encontramos en el la cicatriz expuesta del bloque superior de la falla. Por eso encontramos estos viejos conocidos. En un momento dado, aunque tan sólo en unos metros, el camino corta un paquete de pizarras carboníferas. Es una buena ocasión para descender por la ladera y sumergirse el abismo del tiempo geológico.

De nuevo nuestras amigas las estrías de la falla, pero bastante más arriba que antes, en el bloque elevado  de la  misma

Pizarras carboníferas en el propio PR-CV 8. Si os descuidáis os lo pasaréis, ya que sólo aparecen en una franja de un par de metros
Estamos en el punto más alto del recorrido. Desde aquí empezamos a descender de vuelta hacia Marines, siempre en el límite entre la Fm. Alcotas y la Fm. Cañizar. Si nos fijamos es posible encontrar detalles como la bioturbación o cantos blandos. Estos últimos son muy interesantes. Imaginad una llanura por la que discurren algunos cauces. Muchos de ellos están ahora secos y cubiertos por fango reseco (seguro que habéis visto algo parecido alguna vez). Entonces viene una nueva avenida y erosiona el fondo de esos cauces arrancando y transportando estos cantos blandos (arcillosos o limosos) y depositándolos más allá entre el resto de material arrastrado por la corriente. Ahora aparecen como trozos de arcilla o limo entre las areniscas y, al erosionarse preferentemente, dan a la roca un aspecto alveolar muy curioso. En esas orillas y mientras el sedimento estaba lo suficientemente blando una plétora de pequeños invertebrados excavaban en busca de alimento y refugio. Su rastro es visible todavía más de 200 millones de años después.


La Fm. Alcotas en el descenso hacia Marines. Las dos elevaciones que se ven al fondo  están formadas por las Areniscas del Cañizar, el conjunto litológico más uniforme y potente en la zona

Pistas y galerías en una intercalación de arenisca en la Fm. Alcotas. El brillo satinado se debe a los cristales de mica

Cantos blandos en la Fm. Alcotas. Fijaos en el aspecto alveolar característico
La base de la Fm.Cañizar, que como hemos dicho tiene su origen en sistemas de ríos entrelazados, también presenta niveles conglomeráticos (de mayor energía, lógicamente), que presentan estratificación cruzada cruda.

Niveles microconglomeráticos en la base de la Fm. Cañizar
Esta otro bloque plantea una pregunta interesante. ¿Cuál es la orientación correcta del bloque? ¿Qué era arriba y qué abajo cuando era el cauce de un río? Se admiten respuestas...aparentemente los guijarros fueron depositados por un episodio de mayor energía que erosionó el set de láminas depositado previamente  (formando una superficie de reactivación) y posteriormente depositó un nuevo set de arenas que cortan la inclinación del set anterior con cierto ángulo. Es más, parece que justo bajo el martillo aparece una nueva superficie de reactivación. Yo diría que para ver el bloque en su orientación original habría que girar la imagen 180º. ¿Qué pensáis?

¿Qué era arriba y qué abajo?
Si estamos atentos podremos descubrir en un punto del sendero otro gran detalle: la transición entre la Fm. Alcotas y la Fm. Cañizar. Vemos que entre ambas hay una franja verdosa (el color podría deberse a un ambiente reductor, por ejemplo un lago efímero con aguas estancadas) y por encima hay un nivel parduzco, que podría ser un paleosuelo. Da la impresión de que las areniscas se adaptan a un relieve previo de pequeña entidad. En este punto está el límite entre el Pérmico (Paleozoico) y el Triásico (Mesozoico). Entre ambas se produjo la mayor extinción de que se tiene registro. Desaparecieron en torno al 95% de las especies vivas en aquel momento, entre ellas grupos tan característicos como los trilobites. Estamos viendo una frontera entre dos mundos muy distintos.

Contacto entre la Fm. Alcotas y la Fm. Cañizar. En esta línea se encuentra la base del Triásico inferior (Facies Bundsanstein) en la zona
Un último detalle antes de llegar al pueblo. Hay una fuente a media ladera, que en este momento estaba seca (o eso parecía). Parece surgir en el contacto entre los limos impermeables y las areniscas permeables que yacen sobre ellos. El agua se infiltra en el terreno y circula por las grietas hasta encontrar el nivel impermeable, que no puede atravesar. Fijaos que el bloque de mayor tamaño exhibe estratificación cruzada.

Font de la Cova
Las areniscas del Cañizar se emplean intensivamente como material de construcción, como es patente en las calles empedradas de Marines viejo (y en los bordillos de la mitad de las calles del centro de la ciudad de Valencia y otras poblaciones próximas). En el propio Marines viejo encontramos un bloque que en su momento fue la base sobre la que se molía el grano. La harina salía por las acanaladuras que podéis ver en la izquierda:

Piedra de moler
Y una vez de vuelta en Marines, aquí termina nuestra ruta. Como siempre, es el momento de repasar de forma sintética todo lo que hemos visto.

Como ya vimos cuando revisamos el afloramiento paleozoico, en el Carbonífero todas las masas continentales colisionaron formando un supercontinente: Pangea. Iberia quedó en el centro del orógeno varisco, una cordillera montañosa formada por los sedimentos plegados y metamorfizados que antes descansaban en la cuenca oceánica y que fueron atrapados entre las masas en colisión. Las arcillas y arenas se metamorfizaron en las pizarras, cuarcitas y esquistos que hemos encontrado al caminar por la pista. Podemos pensar en esa cordillera como en el Himalaya actual. Sin embargo, el destino de toda montaña es desaparecer, y tan pronto se forman comienzan a ser erosionadas. En el Pérmico, tras varias decenas de millones de años, su elevación debía haberse reducido bastante. Y sus escombros se habían depositado como los Conglomerados de la Fm. Boniches. Con el tiempo, el descenso de altura hizo que los materiales transportados por los ríos que desmantelaban el orógeno varisco fuesen de menor tamaño. Son los limos y areniscas de la Fm. Alcotas. En el tránsito entre el Pérmico y el Triásico el clima era muy seco y árido, condiciones que propiciaban la oxidación de los materiales (de ahí el omnipresente color rojizo). En este momento y, según parece,  a causa de un vulcanismo a escala gigantesca en la zona de la actual Siberia, las condiciones se volvieron muy duras para la vida y sobrevino la gran extinción ya citada. También en aquel tiempo se inició un proceso de rifting que, en diversas etapas, se extendió durante todo el Mesozoico. El rifting es un proceso por el cual una parte de la corteza terrestre, sometida a esfuerzos distensivos, se extiende y fractura, dividiéndose en bloques. Algunos de estos se hunden en relación con los adyacentes, que quedan elevados. Podemos aproximarnos a este proceso recordando lo que ocurre cuando cogemos una tarta de gran tamaño sujetándola por debajo en el centro de la misma. Si la base no es lo bastante rígida (típica base de cartón) la tarta se dobla a ambos lados de nuestra mano. La parte central se estira y la superficie se agrieta.

Posición aproximada de Iberia en el tránsito Paleozoico-Mesozoico. Modificado del sitio web de Colorado Plateau Geosystems, del Prof. Ron Blakey: http://cpgeosystems.com/index1.html
En la imagen anterior las líneas paralelas dentro del círculo representan los márgenes del rift, de dirección NE-SE.

En los bloques deprimidos se depositan gran cantidad de sedimentos: las formaciones continentales ya mencionadas. Este proceso no es continuo. Cuando la subsidiencia (hundimiento) se detiene las depresiones se rellenan y pasamos de facies de llanuras de inundación (los limos) a otras de canales trenzados (las intercalaciones de arenisca). El tránsito de la Fm. Alcotas a la Fm. Cañizar representa, por tanto, un descenso prolongado en las tasas de subsidiencia que motivaron el estableciento generalizado de una facies de canales amalgamados y trenzados.

¿Como podemos visualizar estos paisajes del tránsito entre el Pérmico y el Triásico? En el caso de llas extensas llanuras de inundación, tenemos una escala más reducida, la llanura aluvial que se extiende entre las desembocaduras de los ríos Turia y Júcar. Cuando estos ríos desbordan su cauce inundan toda la llanura y depositan en ella su carga de limos y arcillas en suspensión.  Incrementemos la escala y añadamos el clima árido para tener una imagen aproximada de aquel paisaje. De la Fm. Cañizar nos ocuparemos en detalle en un próximo artículo.

Por último sólo cabe lamentar, una vez más, que en lugar como la sierra Calderona, que además es un Parque Natural, estos relatos de roca permanezcan invisibles para el gran número de paseantes que recorren éste y otros senderos, admirando el paisaje actual sin reparar en aquéllos otros ocultos en éste. Pero tal es el estado de difusión de nuestro patrimonio geológico.

Nota final: una parte de esta historia, con las diferencias lógicas por la distancia, puede ser estudiada en el Parque Natural del alto Tajo, del que existe una guía geológica disponible para su descarga aquí.

Podéis encontrar un interesante y extenso artículo acerca de estos eventos tal y como aparecen en el barranco de Alcotas en el blog de José María Montes.

Sigue leyendo en Aventuras geológicas sobre la geología de la sierra Calderona.

(Si este artículo te ha resultado interesante, considera la posibilidad de compartirlo)
Leer más...

jueves, 4 de abril de 2013

Geología quasi-urbana: el arrecife jurásico de Loriguilla (nueva)

Una fría tarde de febrero nos acercamos a Loriguilla para dar un paseo con nuestro amigo Pedro y que, de paso, nuestras hijas jugasen un rato juntas. Loriguilla 'nuevo', ya que este pueblo se trasladó en los años 60 con motivo de la construcción del embalse homónimo. El nombre de esta localidad está unido al de la formación Ritmita de Loriguilla, unidad de edad jurásica con la que ya nos hemos encontrado en Jérica y en el barranco de los Cuchillos de Cheste y cuyo estratotipo se encuentra próximo al antiguo  núcleo de población. En su nueva ubicación el pueblo no goza de un entorno geológicamente atractivo y, al menos en eso, salió perdiendo con su traslado. Sin embargo, las cosas no son lo que parecen y, como suele decirse, el que tuvo retuvo. 

Los que seguís de forma habitual este blog ya sabéis que siento especial debilidad por la geología urbana, esa geología que se manifiesta en afloramientos constituidos, en muchos casos, por rocas empleadas como materiales de construcción. Este caso es un poco diferente, pero igualmente podríamos hablar de geología quasi-urbana. Veréis.

En aquella fría tarde de paseo por Loriguilla nuestros pasos nos llevaron hacia el norte del casco urbano, hacia la ermita. Esta se encuentra en un pequeño altozano al otro lado de la carretera que une Loriguilla con Ribarroja y que, en este punto, está en obras. Justo antes de que el viento helado nos hiciese dar la vuelta vi el desmonte excavado durante las obras y no pude resistir la tentación de acercarme a investigar. Ya sabéis que los desmontes en carreteras son, junto a las canteras, grandes escenarios donde descubrir detalles de otro modo ocultos para nosotros. Bingo. En los escasos minutos de que dispuse observé tantos indicios que decidí volver cuanto antes para llevar a cabo un reconocimiento en condiciones. ¿Qué encontré? Resulta que junto a las casas de Loriguilla las obras han sacado a la luz interesantes pistas acerca de la historia del sustrato sobre el que se asienta esta población. Situémonos.

Situación del afloramiento en el desmonte de la CV-374 junto a la ermita de Loriguilla
Y esta es una vista de la carretera y los desmontes que la flanquean:

Desmontes en las obras de la carretera CV-374 a su salida de Loriguilla. Vista hacia el norte
Litológicamente nos encontramos con unas calizas amarillentas algo recristalizadas intercaladas con niveles detríticos, más arenosos e incluso arcillosos. Hacia el norte aparecen calizas grisáceas de grano fino. Es difícil apreciar estructuras a nivel de afloramiento por la escasa altura del desmonte y porque está muy afectado por procesos de karstificación y desarrollo de suelos. Sin embargo, la sorpresa aparece al acercarnos y mirar de cerca. Encontramos una serie de indicios que nos muestran claramente que nos hallamos ante un arrecife: corales ramosos y masivos, gasterópodos, braquiópodos, bivalvos, erizos de mar...Otras pistas nos hablan de un medio muy energético, afectado por el oleaje: oolitos y pisolitos. Por último, vemos restos de otros animales marinos propios de ambientes pelágicos, de aguas libres: ammonites y belemnites. Pero vayamos por partes.

Comenzaremos nuestro recorrido desde Loriguilla en dirección norte. En primer lugar observamos unas calizas oolíticas y pisolíticas. Este tipo de rocas están integradas por unos cuerpos subesféricos formados por la precipitación de carbonato cálcico sobre un núcleo que puede ser un grano de arena, un fragmento de concha, etc. Su formación se da en medios energéticos, poco profundos, agitados por el oleaje. Son, por tanto, un buen indicador paleoambiental. La diferencia entre un pisolito y un oolito es su tamaño, teniendo los primeros un diámetro superior a 2 mm y los segundos inferior a esta medida:

Caliza pisolítica. Observad las envueltas concéntricas en torno a un núcleo. La imagen tiene una calidad alta para permitir su descarga y análisis detallado
Caliza oolítica. Si se amplia es posible ver las envueltas desprendidas de algunos oolitos, que parecen una especie de cascarilla. La imagen tiene una calidad alta para permitir su descarga y análisis detallado
Detalle de un pisolito cuyo núcleo es una concha de un caracol
Otro pisolito cuyo núcleo es un fragmento de coral ramoso (centro del círculo)
Un poco más allá las calizas son de grano fino, lo que evidencia que la energía del medio es menor. Encontramos restos de habitantes del arrecife: corales, braquiópodos, bivalvos. Algunos corales están en posición de vida. Fijaos en la matriz de pasta fina (micrita) en la que flotan los restos esqueléticos. Son evidencia de la escasa energía del medio (mayor profundidad y efecto de pantalla de los organismos bioconstructores). También es importante ver como algunos fragmentos de las partes calizas de estos animales se han disuelto (a fin  de cuentas también son de carbonato cálcico) y el hueco dejado por ellas ha sido ocupado por esparita (caliza de grano grueso) que ha recristalizado en su interior. Lo podréis reconocer por su aspecto de azúcar, de color blanco traslúcido.

Coral ramoso. Las 'ramas' del coral son de color crema oscuro y están muy recristalizadas. La matriz micrítica es  más clara. La imagen tiene una calidad alta para permitir su descarga y análisis detallado
Sobre el dedo se aprecia una sección de molusco bivalvo. Más arriba hay varias secciones más, recristalizadas
Detalle de sección de un braquiópodo
En las intercalaciones detríticas es posible encontrar radiolas de Cidaris, un tipo de erizo de mar. En la siguiente imagen hay tres radiolas, una de ellas seccionada lo que permite ver que se trata de un cristal de calcita (recordad la recristalización de que hemos hablado).También encontré el cáliz de un coral colonial. Como no soy muy buen fotógrafo, la imagen no tiene mucha calidad.

Algunos especímenes recogidos en los niveles detríticos
La zona intermedia del afloramiento es claramente detrítica, muy arcillosa, y en ella no encontré detalles de interés. Ocupa la mayor parte del desmonte.

Niveles detríticos intermedios. En la coronación del talud puede apreciarse la banda rojiza de un suelo 
Cuando llegamos al final las arcillas y margas dan paso a unas calizas micríticas grises. En ellas hay abundantes belemnites. Tanto la presencia de este molusco cefalópodo (parecido a una sepia) como el tamaño del grano, muy fino, son indicativos de un ambiente pelágico, aguas abiertas con mayor profundidad que las que se dan en el arrecife, que requiere una profundidad menor de 100 m para que penetre la luz solar.

Calizas grises muy afectadas por procesos de karstificación  (puestas en evidencia por las grietas rellenas de arcilla arenosa de color anarajando y las costras de caliche)
Sección del rostro de un belemnite
Tras finalizar el recorrido por la carretera pensé que era raro no encontrar ammonites junto con los belemnites, ya que su hábitat es el mismo. Encontré un montón de material de la excavación en el margen Este de la carretera, justo al comienzo del desmonte, al pie de la ermita. Y resultó ser un filón. En los bloques amontonados esperando su traslado a un vertedero hallé mis ansiados ammonites, más belemnites y buenos detalles de las calizas oolíticas y pisolíticas.

Detalle de una caliza oolítica donde, además de secciones, es posible ver oolitos enteros que revelan su forma subesférica
Sección de un ammonites. Para los no familiarizados, esta vista puede compararse con cortar una ensaimada con un cuchillo y mirarla de canto

En este bloque hay varias secciones de ammonites y belemnites, indicados por las letras Ay B, según corresponda. La imagen tiene una calidad alta para permitir su descarga y análisis detallado
Fantástica sección de un ammonite (justo sobre el dedo) donde es posible apreciar los septos (tabiques que compartimentan la concha) y el sifón, en posición ventral (en el extremo más alejado del dedo). A la izquierda un belemnite. La imagen tiene una calidad alta para permitir su descarga y análisis detallado
Este acopio temporal guardaba también otra sorpresa. Un bloque constituido por un fragmento de coral masivo fantásticamente conservado, lo que permite observar su estructura.

Coral masivo. La imagen tiene una calidad alta para permitir su descarga y análisis detallado
Un detalle de la imagen anterior
Animado por el éxito abandoné la zona en obras y rodeé la suave colina donde se asienta la ermita para ver las rocas en su aspecto alterado. Tuve la suerte de ver aún más cosas. Como esta concha de gastrópodo con claras evidencias de ataque por organismos litófagos:

Concha de gasterópodo en la que se aprecian con claridad las perforaciones realizadas por organismos litófagos. A la derecha otros gasterópodos de nuestros tiempos han dejado su marca al raspar el liquen que cubre la roca y les sirve de alimento (estrías a la derecha de la concha)

Fantástico. En un breve paseo hemos obtenido una imagen muy clara de cómo era este lugar en un pasado remoto: en primer lugar, el coral nos indica que estaba más próximo al ecuador que en la actualidad ya que estos organismos sólo se desarrollan en una banda de unos 25º de latitud a uno y otro lado del paralelo 0. También hemos descubierto que había un mar poco profundo, cálido y rebosante de vida. Incluso hemos vislumbrado algo de la evolución del paisaje, que pasó de aguas más profundas a otras más someras  en las que prosperó el arrecife y finalmente a otras agitadas por el oleaje (y al final la destrucción del arrecife y posiblemente la retirada del mar). Pero, ¿cuán antiguo es este arrecife? Por suerte, y a pesar de su reducido tamaño, el afloramiento aparece cartografiado en en mapa geológico de España a escala 1:50.000, hoja 721 (Cheste). Se trata de un parche de materiales del Jurásico superior, concretamente el Kimmeridgense medio:

Mapa geológico de Loriguilla y alrededores. Fuente: IGME - MAGNA50
Por tanto estamos ante un paisaje desaparecido hace más de 150 millones de años. Y por suerte podemos verlo con sólo dar un breve paseo en las afueras de Loriguilla: punto para la geología urbana (o quasi)...

No quiero terminar sin revelar una coincidencia llamativa. Loriguilla (viejo) da nombre a una formación del Jurásico, la ritmita de Loriguilla. Por las razones anteriormente expuestas esta población se trasladó a su ubicación en el Plà de Quart y, justo bajo sus pies (o cimientos), resulta que hay rocas del Jurásico que también son justamente posteriores a la Fm. Loriguilla original. Qué curioso vínculo entre ambos lugares.

(Si este artículo te ha resultado interesante, considera la posibilidad de compartirlo)
Leer más...