sábado, 22 de abril de 2017

La sierra de Toix: la montaña invisible

La sierra de Toix es una pequeña alineación que separa la bahía de Calpe de la de Altea. Junto con Oltà y el peñón de Ifach forman el encuadre geológico y paisajístico de esta localidad. Sin embargo, recibe mucha menos atención y visitas que estos dos. Y, en realidad, el único sendero que la recorre es un camino que da acceso a las antenas de su cima, por lo que la visita es bastante complicada, si vuestro interés es la propia sierra y no vais a ella tan sólo por las vistas que ofrece de la Marina, para lanzaros en parapente o para escalar en las vías que recorren sus paredes. A pesar de que está rodeada (y cubierta) por un mar de urbanizaciones, vale la pena dedicar un rato a su geología, ya que guarda alguna sorpresa interesante.

Toix y Mascarat desde Ifach
La sierra de Toix vista desde lo alto del peñón de Ifach. Hay que reconocer que, vista desde aquí, no parece gran cosa...
Estructuralmente, la sierra de Toix es la continuación de la sierra de Bernia, de la que se halla separada por un sistema de fallas, alguna de las cuales ya vimos al visitar l’Estret de Mascarat. Está constituida por calizas de edad Eoceno-Oligoceno, como Bernia (y muchas otras montañas de las Marinas). Lo que más llama la atención es su traza rectilínea, difícil de apreciar si la vemos desde tierra (de hecho, desde Calpe sólo veremos la urbanización Maryvilla, que es por lo que me refiero a Toix como la sierra invisible).

Existe un sendero que recorre la parte de la sierra recayente al mar por el suroeste. Está muy poco marcado y señalizado por hitos de piedra. Parte desde la urbanización de Mascarat, que ya conocemos porque es el punto de partida para visitar l’Estret. Desde aquí podemos observar los estratos espectacularmente verticalizados de las calizas de Bernia en el Coll de Mascarat. También vemos que el ser humano se empeña en construir en cualquier sitio, pero ese es otro tema. En este comienzo del camino pasamos por la zona de falla que limita Toix por el suroeste y que la separa de Bernia. Las  calizas están fracturadas formando una brecha de falla.

Coll de Mascarat
El Coll de Mascarat, límite meridional de la sierra de Bernia, separada de la sierra de Toix por una zona de falla aprovechada por el barranc de L'Estret.

Brecha de falla
Brecha de falla en el extremo suroeste de la sierra de Toix
Volveremos a esta falla más adelante.

Las calizas de la sierra de Toix se depositaron en la plataforma continental poco profunda en el margen de Iberia, cuando esta se encontraba más al sur, en latitudes tropicales, y lo que ahora es el prebético de Alicante constituía la línea de costa. Básicamente son calizas bioclásticas que en general representan ambientes de alta energía (oleaje) en el margen de un sistema de arrecifes. El algún caso hay corales ramosos en posición de vida, lo que denota la existencia ocasional de condiciones más tranquilas. Si prestamos atención, podremos encontrar en las rocas algunos restos que nos hablan de sus antiguos habitantes: corales, equinodermos, algas rodofíceas y foraminíferos.

Fragmentos equidoideos
Caliza bioclástica con textura packstone con multitud de fragmentos de la teca de equínidos (erizos de mar)

Equinoideo
Sección de la teca de un equínido

Coral ramoso
Coral ramoso totalmente recristalizado embebido en una matriz de barro carbonatado.

Detalle coral
Sección de tres fragmentos de los brazos de un coral ramoso. Se aprecian peerfectamente los septos.

Rodoficeas y foram
Otra capa de calizas bioclásticas con gran abundancia de algas rodofíceas (esos cuerpos con forma globulosa) y foraminíferos: nummulites y assilinas.
No obstante, el principal interés de la sierra de Toix no es paleontológico, sino que se basa en otros dos aspectos muy destacados. Uno es estructural y el otro está relacionado con los procesos kársticos en curso. Hasta ahora hemos ido recorriendo los bancos calizos que buzan fuertemente al suroeste. A nuestra izquierda la sierra de Toix forma un acantilado vertical que cae de forma espectacular al mar. Continuamos hacia adelante tratando de no perder el sendero.

Acantilados Toix
Pared de los acantilados de Toix que caen verticalmente al mar. Al fondo la urbanización Mascarat.
Eventualmente nos encontramos con una plataforma formada por unas margas arenosas que fueron abancaladas para su aprovechamiento como campos de cultivo. Por aquí la marcha es más fácil. Y de pronto, nos encontramos con algo espectacular. Las formas de disolución de las calizas están por todas partes, pero no estamos preparados para toparnos con una abertura alargada de varios metros de longitud que nos permite ver el mar directamente bajo nosotros, quizá a unos 30 metros. La verdad, no me atreví a acercarme más. Un arco divide la abertura en dos, y reconozco que no me atreví a poner un pie sobre él. La calidad de las fotografías no es la mejor, pero hice lo que pude.

Hueco 1
Cavidad kárstica cruzada por un arco que salva una caída de unos 30 metros hasta el mar
Hueco 2
La verdad, esto es todo lo que me atreví a acercarme...
Esta cavidad natural aporta el punto espectacular, pero lo más intrigante para mí fue descubrir unas curiosas formas kársticas que no había visto antes. Estaban por todas partes en torno al gran hueco y consisten en cuerpos subcirculares a oblongos, a modo de cráter, con fondo plano. Pero al contrario que un cráter, la pared que forma el perímetro no se abre hacia afuera, sino que en este caso se proyecta hacia el interior como si se tratase de los restos de una cúpula hundida, sobresaliendo del terreno. Esta orla perimetral está marcada por los típicos rills de disolución, dispuestos de forma radial. Nunca he visto nada parecido. ¿Alguna idea acerca de su origen?

Formas kársticas 1
Curiosas formas de disolución de las calizas. Parecen una especie de minidolinas...
Formas kársticas 2
Y un detalle de una de ellas. Muy, muy curiosas.
En relación con los procesos kársticos en la sierra de Toix, es imprescindible hablar del sumidero de Toix. Muy cerca de donde nos encontramos existe una galería que se abre a unos 8 metros bajo el nivel del mar. Es conocida desde antiguo aunque hasta los años 80 del siglo XX no se exploró de forma sistemática.  Esta galería conecta con el acuífero de Benissa y, en función de las condiciones del acuífero funciona como sumidero de agua salada o bien como manantial de agua dulce. Según podéis ver en la documentación de referencia, se han explorado tan sólo los primeros 150 m de la cavidad. Todo esto puede parecer un tanto extraño, pero no lo es tanto si pensamos que nos encontramos en un periodo interglacial con un nivel de mar alto, y que antes del inicio de este periodo, ayer mismo en términos geológicos, el sumidero de Toix aparecería en superficie funcionando como una surgencia que vertería su caudal al mar quedando colgada sobre el mismo en la pared del acantilado. A propósito del sumidero, @pabloIzni me pasa un artículo en un blog con algunas interesantes referencias históricas en relación con el mismo: http://historiadecalp.net/toix.htm.

image
Croquis del sumidero de Toix, reproducido en [2]
Desde aquí tenemos dos opciones: o nos volvemos por donde hemos venido o ascendemos campo traviesa (más) por la pared de la sierra, en un recorrido que no tiene nada de fácil y que puede tener algún paso comprometido. Al llegar a arriba encontraremos la pista que conduce a las antenas y el mirador sobre la bahía de Calpe, con buenas vistas sobre el peñón y Oltà, dos montañas que conocemos bien. Recordemos que en ambos casos las calizas que las coronan son alóctonas y que procesos de gravedad a favor de la fracturada plataforma continental del Mioceno las trajeron al lugar en el que las vemos hoy en día, reposando sobre rocas más jóvenes que en su momento formaban el lecho marino.

Ifach
La bahía de Calpe vista desde el mirador de Toix: fijaos en el tómbolo, completamente urbanizado, y las salinas justo en el enlace del mismo con tierra.
Oltà
Oltà desde el mirador. Como ya vimos, el escarpe calizo es el remate de un cuerpo olistostrómico deslizado sobre las margas Miocenas, más jóvenes. 
Desde este punto nos dirigimos de vuelta a nuestro punto de partida. Como ya os dije, otro de los aspectos de interés de la sierra de Toix es el estructural, y os aseguro que vale la pena. Hemos de dirigirnos a la urbanización Mascarat, al mirador de la cala del Racó del Corb, desde donde tendremos una panorámica inmejorable de la sierra y podremos entender su origen.

Una de las cosas que más llama la atención de la sierra de Toix es su perfil rectangular, especialmente marcado en dos de sus caras. Desde tierra es difícil de apreciar, pero desde el mar o desde el aire resulta muy evidente. Gracias al LiDAR, podemos generar un modelo digital de la sierra y observarla desde cualquier ángulo. De esta forma podemos echar un vistazo a su geometría.

Toix Lidar
Modelo 3D generado a partir de la cartografía LiDAR del PNOA del IGN.
Y así es como se ve desde arriba:

image
Visualización en falso 3D de la sierra de Toix que permite captar su naturaleza de bloque tectónico con entidad propia.
La forma de la sierra de Toix está condicionada totalmente por la tectónica. Sus contornos rectilíneos se deben a que se trata de un bloque estructural limitado por fallas cuyo trazado conforma la geometría. Normalmente nos encontramos con estructuras geológicas de una escala tal que es difícil aprehenderlas en su totalidad. Sin embargo, en el caso de la sierra de Toix eso es posible. Es casi como ver un trozo de tarta recién cortado. Y ningún sitio para apreciar esto mejor que desde el mirador del Racó del Corb. Disfrutad de la vista:

Fallas racó del Corb
Sistema de fallas del Racó del Corb y el espectacular diedro formado por la intersección de las dos fracturas.
Lo que estamos viendo es un diedro formado por la intersección de dos planos de falla. El primero corresponde con el acantilado que delimita la sierra por el lado de mar abierto, una falla directa resultado de la extensión de la corteza durante el Mioceno. En este sentido, la sierra no es más que un peldaño en esa escalera que desciende desde la alturas de las montañas de la Marina formadas por estos mismos materiales pero que se encuentran por encima de los 1.000 m.s.n.m. (como Aitana, sin ir más lejos). El segundo plano de falla forma un ángulo de casi 90º con el anterior y tiene un componente de rumbo que desplaza la sierra hacia el sur, individualizándola y separándola de Bernia, de la que constituye su terminación en la costa. Esta falla es la evidencian, tierra adentro, las brechas que vimos al comienzo a nuestro recorrido. En la fotografía es evidente el contraste litológico entre las duras calizas del acantilado y las margas blanquecinas de la izquierda, más deleznables. Precisamente a favor de esas margas el mar avanza tierra adentro, descubriendo el plano de falla que estamos viendo frente a nosotros. Eso quizá debería hacer reflexionar a los propietarios del edificio que vemos a la izquierda, pero no parece probable que eso ocurra, al menos hasta que la amenaza del mar sea evidente sobre la estructura, momento en que imagino que reclamarán la ayuda de Administración y culparán al cambio climático y a la geodinámica externa. Pero ya lo dice el Evangelio, aunque en otro contexto: “pero el que oiga mis palabras y no las ponga en práctica, será como el insensato que construyó su casa sobre arena”.

En el mapa geológico podemos ver todo esto con claridad:

Infoigme Mascarat
Mapa geológico de la sierra de Toix. Modificado a partir de [1]
Y con esto damos por finalizada nuestra visita a esta pequeña, desconocida pero no obstante interesante sierra de la Marina Alta. Eso sí, con un detalle de un espectacular rodofito: esos fósiles bastante desconocidos:

Espectacular fósil de alga rodofícea, alga roja, o rodofito: un fósil tan bonito como desconocido (pesar de estar presente en el pavimento de la mitad de los edificios de España). Las encontraréis a patadas en el desmonte de la pista de las antenas de Toix. Abrid los ojos!

Una recomendación final: si pensáis seguir el itinerario descrito, tened en cuenta que el tramo de ascenso hasta el mirador de la sierra es bastante complicado. Hay que estar habituado a trepar y destrepar y, aún así, es fácil despistarse (la pendiente es muy vertical y no es fácil situarse). En verano, la ladera está muy expuesta al sur y a media mañana el sol ya pega de forma tremenda. Tened cuidado y preparad la salida.

Referencias.

[1] Mapa y memoria 848 Benidorm del MAGNA. 2008. IGME.

[2] Manantiales de la provincia de Alicante. Emilio Castillo Pérez, Irene Mª Marín Carrillo, Alberto Padilla Benítez, Joaquín Delgado Pastor. Diputación provincial de Alicante. 2007.

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